Solo una polista y diseñadora podía hacer EL diseño ideal para polistas. Se llama SPINE, y desde que su creadora Olivia De All lo presentó no deja de llamar la atención y asombrar como un objeto “que marca un antes y un después” en el polo.
Con validación técnica y proyección internacional, el primer protector cervical SPINE que une ergonomía, innovación y rendimiento deportivo redefine la seguridad del polo con un diseño anatómico y liviano.
Y es una creación argentina, un desarrollo “de autora” encabezado por Olivia De All, jugadora y diseñadora.
Así creó Olivia De All el primer protector cervical para polistas
“Aprendí a dejar el ego afuera y a diseñar para las personas, no para la forma –cuenta Olivia- Me interpelan los proyectos que aportan valor a la vida de las personas y al mundo. Me obsesiona pensar soluciones que mejoren la experiencia humana, desde el diseño, la innovación y la búsqueda constante de propósito.”
Olivia De All, jugadora de polo y diseñadora formada en la Universidad de San Andrés, recuerda que la idea de SPINE surgió durante un encuentro familiar: su padre, médico clínico, solía verla jugar y se preguntaba cómo era posible que, en un deporte tan exigente, nadie protegiera el cuello.
Esa inquietud fue el punto de partida de su búsqueda que se transformó en un desafío de diseño y en una oportunidad para innovar.
Que el SPINE sea el más nuevo “invento argentino” no es pura casualidad. Nuestro polo es sinónimo de excelencia a nivel mundial. Sin embargo, en más de un siglo de historia, este deporte tan tradicional apenas había incorporado avances específicos en materia de protección, más allá de cascos y chalecos.
El polo es una disciplina que se juega a más de 60 kilómetros por hora; las caídas son inevitables y en su dinámica los/as polistas se mueven junto a caballos de más de media tonelada, siendo la zona cervical el punto más vulnerable. Pero no había una pieza capaz de proteger el cuello, una de las zonas más delicadas del cuerpo de los/as jugadores/as.
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Cómo es SPINE, el primer protector cervical para jugadores de polo
Ciencia, diseño e ingeniería aplicados y combinados dieron lugar a la creación de este innovador complemento de seguridad para el polo.
Para un deporte centenario, un dispositivo de seguridad 100 % actual. Así es el SPINE (en Instagram: @werspine) que fue desarrollado a través de un proceso interdisciplinario que reunió a expertos en diseño industrial, ingeniería biomédica y medicina.
El resultado es un protector anatómico, liviano y adaptable, que se integra al equipo del polista sin interferir en su desempeño. Su objetivo es simple y contundente: que el polo pueda jugarse con más criterio, más cuidado y mejor preparación.
El proceso de ideación, diseño y desarrollo contó con la supervisión del Dr. Juan Gottlieb, especialista en patologías de la columna vertebral, quien acompañó el proyecto desde su concepción hasta la validación final.
Los ensayos técnicos se realizaron en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), siguiendo protocolos utilizados en motocross, para evaluar resistencia, estabilidad y comportamiento ante impacto.
Paralelamente, se hicieron pruebas funcionales en cancha con jugadores, con el fin de medir confort, ajuste y rango de movimiento en condiciones reales de juego.
Cómo “revolucionar el polo” desde el diseño
En un ámbito donde la tradición define casi todo —desde la indumentaria hasta los métodos de entrenamiento—, la innovación en el polo no siempre tiene un camino fácil. Pero la diseñadora y polista Olivia De All se animó a cuestionar lo establecido.
Además del polo, ella practica yoga, tenis y golf; su vida se reparte entre el campo y la ciudad, y los destinos adónde la lleve su actividad en Cuerpo y Alma, organización que brinda asistencia médica en comunidades del norte argentino.
“Ese trabajo me recuerda que la creatividad también puede ser servicio”, afirma Olivia De All. Y con SPINE logró unir dos mundos que conoce de cerca: la pasión por el polo y el deseo de aportar algo que trascienda lo estético.
Olivia trabajó junto a ingenieros, ensayó materiales, probó prototipos y ajustó cada detalle hasta lograr un producto que eleva el estándar de seguridad del deporte que tanto adora y sin alterar su esencia.
Hoy, el desarrollo que comenzó como una idea en su cuaderno de notas y proyectos se transformó en una innovación con proyección internacional, respaldada por instituciones como la Universidad de San Andrés, el Sanatorio Otamendi, Medicus, Paisanos y xCruza.
Más información: purodiseno.lat
