Conectar, escuchar de manera genuina, no confrontar y aprender de los No: algunas de las maneras de desarrollar la habilidad que propone el coach organizacional y facilitador del modelo de comunicación no violenta, Juan Pablo Husni
La comunicación empática, basada en la conexión profunda con nuestras necesidades y la de los otros, puede ser muy necesaria en el mundo emprendedor. Tener conversaciones e intercambios positivos y no violentos con clientes, proveedores y el equipo de trabajo potencia el día a día y redunda en mejoras del proyecto.
La empatía es un músculo y por lo tanto se entrena.
PODEMOS ELEGIR NUESTROS PENSAMIENTOS
En muchas reuniones de trabajo, negociaciones, relaciones de poder solemos etiquetar, diagnosticar, evaluar, juzgar a los que no están de acuerdo con nosotros, que tienen otro punto de vista o quieren defender algo importante para ellos que, oh casualidad, se opone a lo que nosotros queremos cuidar o defender.
Esos tipos de pensamientos son los que obstaculizan la comunicación empática.
Puedo pensar que el otro “es una persona difícil o mal educada” o bien que es alguien que quiere cuidar algo importante para él y la única manera que aprendió fue hablar de esa manera.
Este segundo pensamiento abre nuevas y más posibilidades de conexión.
ESTAR PRESENTE
La empatía es tal vez una de las cualidades de comunicación mas simples, en cuanto a recursos necesarios, pero también es una de más difíciles de practicar.
La empatía en las relaciones consiste básicamente mantenerse en silencio.
Estar presente con la experiencia del otro, sin querer cambiarlo, sin querer modificarlo; evitando la necesidad de consolarlo, simplemente estar y confiar en que el otro tendrá los recursos necesarios para atravesar la situación.
Si confiamos en los recursos del otro, el otro confiará en nosotros. Por eso en las relaciones interpersonales con nuestro equipo es importante, a veces, poder escuchar en silencio la experiencia subjetiva del otro.
RESPONDER AL NO
Es una de los "aparatos de entrenamiento" de la empatía que más músculos saca.
Es positivo prestar atención a qué nos pasa cuando recibimos un NO como respuesta y antes de reaccionar, obligar o confrontar poder conectar con el SI que hay atrás del NO que recibí. Siempre los hay.
Por ejemplo, si yo le pido apoyo a un colega para una determinada tarea y me dice que NO, puede hace el ejercicio de suponer que al decirme que NO en ese momento a mi pedido, le esta diciendo que SI a su urgencia por entregar un informe.
La empatía no significa resignarme. Se trata de evitar la reacción egoica para tender un puente hacia el otro y desde ahí poder elegir buscar nuevas estrategias para satisfacer mi pedido.
¿Lo probamos?