Si en tu casa hay home office, seguramente también existe el “kids office”, los nuevos espacios del hogar concebidos para el estudio y la concentración de los más chicos de la casa.
El comienzo del ciclo lectivo 2023 actualiza la demanda por estos espacios de “home office para alumnos y estudiantes”. Y existen varios puntos a considerar para que este lugar sea solución y un punto de confort y bienestar para optimizar -y disfrutar- la experiencia.
1. Pocos metros, muchas alternativas. En general, el espacio en casa no sobra, y en este caso resulta clave encontrar “soluciones inteligentes” a través del diseño.
Un aliado clave en esta búsqueda son los muebles multiuso: una cama rebatible que se convierte en escritorio sin perder su verticalidad, mesas que se extienden para generar mayor espacio de apoyo o muebles completos (escritorio, biblioteca) que saben cómo ocultarse y volver a ponerse en modo funcional.
2. Los gadgets de la mini oficina en casa. Para crear un buen rincón de kids office es imprescindible incorporar elementos que simplifican las tareas o potencian el proceso de un modo inspiracional.
Es el caso de puertos USB o cargadores por inducción para tener dispositivos móviles siempre listos, hasta sistemas de audio que permitan incorporar la música como recurso para potenciar la creatividad.
3. La importancia del color. A al hora de diseñar un espacio de kids office, la elección de los colores es 100 % importante.
La creación de spots de aprendizaje a través del color sirve para delimitar el espacio y al mismo tiempo promover la concentración. Y los colores serenos para generar espacios equilibrados es la opción.
Los expertos en color recomiendan elegir tonos fluidos y naturales que permitan a los chicos conectar a los niños con la naturaleza. Esto genera beneficios psicológicos, intelectuales y sociales, además de construir una conexión emocional con el mundo en general.
El color permite delimitar el spot destinado al estudio, crea un punto focal y define a través de diferentes tonalidades y combianciones la ubicación de la zona de estudio. Esta posibilidad de “marcar” la zona demuestra que no es necesario contar con una gran cantidad de metros para generar este rincón y que la pintura es el recurso más accesible para generar transformaciones.
Una forma sencilla y efectiva de delimitar con color es a partir de la utilización de figuras geométricas, como círculos, arcadas y cuadrados. También se pueden generar bloques en los que se ubique el espacio de estudio a primera vista y que sea lo suficientemente atractivo y cómodo para que los chicos disfruten de permanecer ahí.
Y si el (poco) espacio sigue siendo el problema, una solución posible son los escritorios y estantes amurados (con ménsulas invisibles), ideales para generar liviandad. Foto: gentileza HÄFELE.
Fuentes: HÄFELE (marca líder de herrajes y soluciones inteligentes de diseño de origen alemán con más de 100 años en la industria) / Alba (marca líder de pinturas para hogar y obra del Grupo AkzoNobel).
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