El neoclasicismo se desarrolló -desde mediados del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX- como un movimiiento crítico del Barroco y el Rococó y que reivindicó la vuelta a las artes del pasado: al clacisismo.
El neoclasicismo le dijo NO al excesivo decorativismo del Barroco y a las formas del Rococó y SI al arte sereno y equilibrado. Sus palabras claves son pureza, exactitud y luminosidad.
El neoclasicismo fue la expresión estética del Iluminismo o Ilustración, y su modelo a seguir es Grecia, su arte clásico, en particular las líneas rectas y la simetría, y también incidieron en el desarrollo de este movimiento los descubrimientos arqueológicos de Pompeya y Herculano. Los caminos del clacisimo también volvieron a conducir a Roma.
Hoy está de regreso como tendencia de decoración de espíritu clásico pero con impronta actualizada y moderna.
Precisamente es por su esencia serena y equilibrada que su conquista de los interiores del hogar no fue una irrupción sino un fenómeno paulatino.
Pero en 2022 su imposición como estilo decorativo tendencia ya no pasa más inadvertido.
Pinterest ya había predicho la vuelta a Grecia a partir del estudio que revela las tendencias de búsqueda.
Y el hallazgo es que hoy el neoclacisimo se renueva junto con el minimalismo contemporáneo.
Así, las columnas helénicas, los pedestales y bustos, así como materiales nobles como madera, piedra, cerámica y cortinas de telas blancas se adaptan a nuevos paradigmas de simpleza y funcionalidad, sin excesos ni dramatismo.
En las más recientes ferias de decoración y diseño se destacaron los espacios en los los muebles y objetos de autor, con colores neutros y diseños simples, reversionaron el arte clásico con identidad contemporánea y el toque actual del mimimalismo.
Una manera de aplicar al hogar de una manera sutil y natural el neoclásico a través de objetos decorativos clásicos accesibles, como un jarrón, una alfombra en tonalidades beige, una escultura humana, pieza de vajilla antigua o de cerámica.
Pintar las paredes con colores neutros y cálidos es otra inspiración del neoclacisimo que promueve ambientaciones ideales para relajar.
Los colores del neoclásico son el blanco, la paleta del marrón y las tonalidades tierra y grises.
Pero una manera efectiva de interpretar el diseño clásico hoy es a través del empapelado y los murales artesanales con figuras que evocan la antigua Grecia.
Y en el operativo retorno y modernización del estilo, también caben el negro y el azul para romper con tanto clacisismo.
El neoclásico viene a ponerle un poco de historia, calidez y cierto aire señorial sofisticado al siempre impoluto minimalismo.
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