El Diseño Emocional es la palabra clave de 2024. La parte (la visión) del diseño orientada a “generar respuestas sensoriales” a través de un producto o una experiencia estará en el centro de la escena del diseño, tanto la de sus creadores como las de sus usuarios y consumidores.
1.Forma y emoción. Para decir qué es el Diseño Emocional sin decir qué es el Diseño Emocional, hay que visualizar un diseño -un objeto- que genere “emociones positivas” en quien lo posee.
Esto produce una conexión inmediata -un diálogo sensorial- entre el consumidor y el producto porque siente que “satisface sus necesidades emocionales” más allá de su función.
2.Diseño personal. El Diseño Emocional está orientado a las personas. El concepto y objetivo surge del libro “Emotional Design” de Donald Norman (2004) que escribió que el principal objetivo del Diseño Emocional es “hacer nuestra vida más placentera”.
Se trata de cosas que, además de prácticas y funcionales, “hagan florecer las emociones”. Y de eso se trata la verdadera personalización.
3.Marketing y algo más. Por supuesto que una definición menos emotiva -paradójicamente- del Diseño Emocional también indica que se trata de la rama del diseño que “no solo busca que las cosas sean bonitas, sino que, además, nos produzcan emociones variadas durante la compra”.
Pero lo más importante sucede después, cuando el buen Diseño Emocional crea efectivamente relaciones más humanas con los consumidores; un vínculo sincero y significativo.
4. Diseño Emocional no hay uno solo. Donald A. Norman plantea que existen tres niveles en el Diseño Emocional que responden a los factores visceral, conductual y reflexivo. Y cada uno representa un diferente tipo de procesamiento.
Diseño visceral: está centrado en la apariencia externa. Es un nivel preconsciente, anterior al pensamiento. La “primera impresión”.
Diseño conductual: está enfocado en el placer y la efectividad de uso. Hace referencia a los aspectos prácticos y funcionales de los productos. Optimizar la efectividad y la calidad de la experiencia es lo que más importa.
Diseño reflexivo: está orientado por la satisfacción personal, la reflexión, e incluso los recuerdos y la visión del futuro.
“El Diseño Emocional demuestra que, siempre que nos encontramos con un objeto, nuestra reacción viene determinada no sólo por lo bien que pueda funcionar, sino por el aspecto que tiene, si nos parece atractivo e incluso por la nostalgia que suscita en nosotros”, explica.
Y agrega: “Cuando un producto es, en términos estéticos, agradable y, además, halaga las ideas que tenemos de nosotros mismos y la sociedad, lo que experimentamos es positivo”.
5.Diseñadores de emociones. El padre del concepto Diseño Emocional también advierte que la emoción también desempeña un papel de suma importancia en el trabajo que realiza el diseñador.
Así, un estado de ánimo alegre realza la creatividad, en tanto que un estado anímico inquieto impide focalizar la atención.
“Los diseñadores, tanto si se dedican a crear robots como espacios de trabajo, exprimidores o coches Jaguar, oscilan entre sentimientos negativos y positivos, y sus obras muestran las huellas que dejan grabadas estas emociones”, concluyó Donald Norman, profesor de ciencia cognitiva de la Universidad de California.
6. La revolución del Diseño Emocional. Cada vez son más los estudios y profesionales de arquitectura e interiorismo que tienen en cuenta las claves del Diseño Emocional para crear y llevar adelante sus proyectos.
Colores, iluminación y formas son clave para inducir sensaciones positivas -anti estrés- y sentimientos de calma y protección, tópicos que han sido relevantes en la consagración de los colores Pantone de las últimas temporadas, como Very Peri de 2022, Viva Magenta de 2023 y Peach Fuzz de 2024.
7. El Diseño: una emoción de multitudes. Se sabe que todos emitimos señales emocionales que afectan a los que nos rodean. Es el llamado “contagio emocional”, un fenómeno tan primitivo e inconsciente como actual y más vigente que nunca.
El Diseño Emocional también puede ser una experiencia -una instalación inmersiva, una exhibición- que genera una sincronía entre las personas.
“Si un espacio tiene un efecto en una persona, automáticamente aumentan las probabilidades de que ocurra lo mismo con las demás”, indica la regla -singular y plural- del diseño emocional.
Más información: purodiseno.lat
