El estudio de diseño neoyorquino BoND, liderado por el dúo de arquitectos Noam Dvir y Daniel Rauchwerger se ocupó de diseñar el interior de Hawthorne Studio, una peluquería ubicada en Chelsea, en función de las medidas de prevención que impone la pandemia.
Cada una de las decisiones que tomaron en conjunto con el fundador del salón, siguió las regulaciones de salud pública.
Los espacios promueven la distancia de dos metros de distancia entre los clientes, una de las preocupaciones más habituales de los arquitectos por estos días.
Los marcos de madera conducen al salón principal y marcan los metros necesarios.
Apenas se entra al lugar, hay un vestíbulo especial para chequear el uso de barbijos y la temperatura. Además hay un baño exclusivo para promover el lavado de manos.
Las estaciones de diseño móviles incluyen espejos arqueados con marcos de bronce en zócalos de piedra de mármol.
Tanto las sillas de estilo como los espejos están diseñados para que puedan moverse siguiendo las distancias. La idea de los creativos es que a medida que los riesgos de contagio empiecen a disminuir, se sumen estaciones.
La peluquería también dispone de una mesa de madera y algunas sillas para que los clientes puedan hacer una consulta o esperar su turno.
Las grandes macetas con árboles Ficus y Monsteras también sirven como elementos de distancia social. Permiten moverse para jugar con diferentes formas y generar distintos espacios de encuentro.
La estética de las paredes está inspirada en los coloridos trabajos del artista francés Henry Mattise, quien a fines de la década del 40 recurrió casi exclusivamente al papel cortado como su medio principal de comunicación.
Hawthorne Studio inauguró estos días en el histórico en el barrio de Manhattan, en Chelsea, como parte de la Fase II del plan de reapertura de Nueva York.
Es el primero en su tipo en la ciudad y el objetivo del estudio es que a medida que los casos de Covid 19 disminuyan el diseño pueda seguir acompañando la apertura.