De Crisci, uno de los tres elegidos de la sexta edición del concurso Autores de Moda BA, hizo una búsqueda vívida de la realidad actual en América Latina. Mostró prendas pensadas para usarse capa sobre capa, con detalles constructivos devenidos de la indumentaria técnica y deportiva, que logran una fusión armónica en tonos negros y blancos con acentos vibrantes.
El diseñador Edu De Criscis trabajó para Cora Groppo, formó parte del parte del Proyecto Cuadrilla y participó en Proyect Runway Latinoamérica. Apoyado en las influencias de la ropa deportiva, narra un universo vestimentario contemporáneo a partir de la utilización de tipologías y detalles constructivos específicos del mundo del deporte, fusionado con las actuales tendencias del mundo del rap y el reaggetón.
Su pensamiento está ligado a la comodidad del usuario, caracterizado por buscar constantemente la individualidad. Presentó su colección “Futurro, sólo locales (FSL)”. En ella habla acerca de la reivindicación del lugar de origen y nos acerca a la realidad actual de la marca.
Otro de los proyectos de Autores de Moda BA elegidos entre otros 30 para presentar su colección en el BAF 2020 fue el de la diseñadora de indumentaria Valentina Schuchner a través de su marca Valentina Schu. Se inspiró en la virología para trabajar la poliomelitis.
El blanco y el negro predominaron en esta propuesta en la que se vieron especialmente pilotos, polleras y vestidos amplios.
La diseñadora indagó en tipologías y colorimetría inspirada en la década del ’50. Trabajó sobre opuestos y construyó una propuesta que cierra la brecha entre la moda experimental y el diseño impulsado de manera sustentable. Le llevó dos meses terminar su producción para mostrarla por primera vez.
La diseñadora neuquina Paula Prosas, también de Autores de Moda BA, deslumbró con su proyecto. Tomá de su región de origen las morfologías y las texturas que aplica a sus prendas. Los paisajes erosionados se traducen en tipologías propias. Prefirió los materiales biodegradables y las fibras naturales.
Durante el evento presentó su colección Mutar, una colección que le sirve para hablar del paso del tiempo y del desgaste que producen los factores climáticos en el relieve. Experimenta el reciclaje de prendas nuevas que no se adaptaron al uso y las redes intervenidas con fibras.
Bandoleiro, de la mano de Gerardo Dubois, presentó una colección madura que emula un contexto de fantasía futurista, un paraíso fashion donde la premisa es el juego. Respetando su filosofía pionera en reciclado, producción sustentable, sin género y atemporal, Bandoleiro mostró prendas evolucionadas y coleccionables.
En un reciclaje emotivo, Dubois se apropia desde un botón hasta símbolos, iconografías, folklores y momentos de vida cotidiana que combina sin guiarse por el uso tradicional de moldería. "Las prendas se destacan por conformar un rompecabezas que une todas esas piezas que lo inspiran de un modo artesanal, sustentable y artístico, fundiendo los paisajes de su barrio natal y la casa materna en Zona Oeste, con remanentes de cortinas, fundas de sillones, toallas o colchones".
Cross Clothing apostó al dramatismo.
Las prendas oversize intervenidas, ropa deportiva y prendas de diseño, buscan una convivencia en armonía de una temática dark, prendas descontracturadas y vestidos fancy haciendo hincapié en la simbología de la marca.
Semillero UBA deslumbró con Nikkei, una joven promesa con una mirada bicultural que desafía el límite entre
indumento y arte. El punto de partida para esta temporada fue Japón y el conocimiento de un ámbito de arte y cultura del país.
La marca realiza la resignificación de textiles a través del deshilachado del lado no convencional del patrón, para representar cómo la generación actual de descendientes busca la esencia japonesa viviendo en una cultura
occidental y cómo converge en ella.