Gustavo Cerati nació el 11 de agosto de 1959. Puro Diseño le rinde tributo -en el día que cumpliría 65 años- a través del testimonio de tres destacados artistas que retrataron al músico en tres notables obras: la pintura "inacabada" de Diego Gravinese, la inmensa escultura "viva" de Martín Di Girolamo y el retrato "cósmico" de George Manta.
Gustavo Cerati cumpliría 65 años, y Puro Diseño convocó a los artistas visuales Diego Gravinese y Martín Di Girolamo y al diseñador gráfico George Manta para rememorar el momento cuando Gustavo Cerati -nacido el 11 de agosto de 1959- fue protagonista de una de sus obras que, instantáneamente, se convirtieron en íconos de su trayectoria.
El retrato de Gustavo Cerati por Diego Gravinese que fue tapa de “Siempre es hoy” (2202), tercer álbum solista de la voz cantante y alma de Soda Stereo. La escultura de Martín Di Girolamo, el regalo más soñado del Ministerio de Cultura de la Nación Argentina a Costa Rica por el aniversario de su independencia, en 2022. Y la serigrafía ilustrada de Gustavo Cerati de George Manta, realizada para un homenaje en 2015 en El Planetario.
Así lo retrataron, y así describen como hicieron una de las imágenes “de su vida y de su obra” de Gustavo Cerati que hoy cumpliría 65 años.
Buenos Aires. En algún momento a finales de los ´90. Hace rato que Gustavo Cerati ya no forma parte del universo superestelar de Soda Stereo y, en cambio, se rodea de jóvenes talentos para sus nuevos proyectos.
El tecladista y cantante Leandro Fresco es uno de ellos, que además se transforma en un gran amigo del músico.
En 2002, Gustavo Cerati preparaba un nuevo álbum, distinto al anterior -como siempre- que expresara una imagen de su momento aquí y ahora, que se llamó “Siempre es hoy”.
Para el arte de tapa de ese disco, Gustavo no quería un trabajo de diseño, prolijo y terminado. Quería otra cosa… “que reflejara un momento de su vida y de su carrera de transición, de mutación y de indefiniciones. Quería algo más bien pictórico”, cuenta a Puro Diseño el artista plástico Diego Gravinese, que empezó a ser el creador de la portada del álbum “Siempre es hoy” cuando recibió un llamado de su amigo y amigo de Gustavo Cerati, Leandro Fresco.
“Yo no seguía mucho su carrera -confiesa Diego Gravinese- Por supuesto que había canciones de él y de Soda que me encantaban, pero nunca fui un gran seguidor”.
Gustavo tampoco conocía NADA de los ya diez años de trayectoria de Diego Gravinese -con exposiciones individuales incluidas- cuando el pintor llegó una noche al estudio de grabación con una carpeta de fotos de sus obras bajo el brazo.
“Para mí fue una oportunidad hermosa y un gran desafío hacer algo completamente fuera de lo que yo estaba acostumbrado”.
Casi como una de esas “cosas imposibles” que por esos mismos días quería hacer Gustavo Cerati… Diego entró por primera vez en un ambiente de grabación, no saludó a Gustavo hasta que no terminara de hacer todas las tomas de grabación, y durante la cena improvisada sobre una mesa de ping pong no dijo ni hizo nada hasta que Cerati dirigió la mirada hacia él y le dijo: Mostrame tus cosas.
“Estaba con Deborah de Corral, que era la novia de Gustavo en ese momento, y los dos flashearon”, recuerda Diego Gravinese, que esa misma noche pasó a formar parte del proyecto “Siempre es hoy”.
“Empezamos a charlar, me dijo venite todas las veces que quieras a la grabación, y a los pocos días me hicieron llegar un demo del disco, en una copia en CD, que todavía la tengo”.
“Coincidimos que tenía que ser un retrato de él, y la idea era un poco el yin y el yang, las luces y las sombras, de la pintura inacabada”. Y así fue: una pintura inacabada…
Empezó con una sesión de fotos, con una cámara pocket, como la que Diego siempre llevaba encima a fiestas y reuniones con amigos.
“Fui a un asado en su casa, y después de ahí hicimos unas fotos al sol, en diapo”, cuenta el artista que, en esta parte del relato y el recuerdo, se detiene y revela algo más que sus fotos de Gustavo Cerati de fines de 2002.
“Hubo algo en el medio por lo cual nunca le di demasiada publicidad al tema como obra porque no terminó siendo lo que yo fantaseaba -explica- Yo quería hacer un retrato de él, como el que se ve hoy en día en la tapa, pero quería rodearlo de un montón de otras imágenes. Lamentablemente, hubo una serie de desencuentros, y por cuestiones de producción o no sé qué me apuraron con el tiempo”.
Diego Gravinese había empezado a dibujar esas otras imágenes alrededor de la cara de Gustavo, cuando la compañía discográfica decidió que el retrato para la tapa de “Siempre es hoy” tenía que ser tal como estaba… sin terminar para su autor.
“Hicimos una última reunión para resolver el cambio de directiva con lo que ya teníamos, y entonces a él se le ocurrió una gran idea: en lugar del típico librito de CD, hacer un desplegable, y que en la tapa se viera el cuarto de la pintura que más nos gustaba, que era su boca”.
Más adelante, en algunas ediciones, la imagen se usó entera. Pero en el lanzamiento del álbum fue así.
“Si te fijás, toda la parte del pelo para mi está sin terminar, y hay una serie de líneas sobre la cara de él que eran los primeros dibujos que yo estaba empezando a hacer y yo los fundí con la pintura. Lo único que llegué a hacer son esas manchas de colores…”, describe el artista.
Y agrega que fue Deborah de Corral quien le agregó las letras que dicen “Siempre es hoy”, como pinceladas, en Photoshop.
“Es una obra que no es la que yo tenía en mente originalmente ni con la que fantaseaba. Pero a Gustavo le encantó, y para mí la tapa ya quedó ahí, icónica, en un disco que yo terminé amando”.
Es una obra que refleja un instante inolvidable. “Gustavo es un genio y fue una experiencia muy genial conocerlo a él. Además, me hice muy amigo y con él compartimos muchos momentos y noches”.
Y al otro día, y todos los años después, cuando despertó, el retrato de Gustavo Cerati, todavía sin terminar, estaba ahí.
En 2022, el Gobierno argentino donó a Costa Rica por el bicentenario de su independencia, una escultura. Pero no era la estatua de un prócer con espada y perfil de monumento de plaza.
Era Gustavo Cerati tocando la guitarra, en una imagen -inmensa-, hiperrealista y conmovedora, llamada “Siempre es hoy”, hecha y modelada por Martín Di Girolamo.
“Hacer la escultura de Gustavo Cerati fue un gran desafío para mi -cuenta hoy el reconocido artista a Puro Diseño- Me pareció muy buena la idea de que sea un músico tan importante, un icónico de nuestra cultura, el que ampliara un poco los márgenes en relación a este tipo de obsequios entre Estados que habitualmente se limitan a próceres o héroes militares”.
“Me dieron libertad para proponer el diseño y la primera imagen que me vino a la cabeza fue hacerlo tocando, en alto, de cara al viento y con luz propia, sobre una base que lo elevara y proyectara hacia adelante, hacia el futuro”.
Así describe Martín Di Girolamo su figura escultórica de Gustavo Cerati que el 11 de agosto de 2024 cumpliría 65 años.
“Es una especie de Principito, con su chalina flameando con el viento, sus rulos y también su guitarra a través de la cual nos entregaba su música”.
Martín Di Girolamo reconoce que no era tan fan de Cerati, como los que participarán de las celebraciones por su 65º aniversario, pero admite que mientras trabajaba recabando imágenes suyas algo pasó… “Escuché mucha de su música y entendí aún más las dimensiones y el alcance de su inmenso talento. Fue como re descubrirlo”, explica.
Y así hizo Martín Di Girolamo la escultura de Gustavo Cerati: “Primero modelé la pieza en arcilla, a una escala mayor que la natural (mide 2,30 metros), para después pasarla a resina poliéster con fibra de vidrio y acabarla con pintura automotriz tricapa blanca perlada”.
Fueron tres meses de obra y un largo viaje: del taller de Martín Di Girolamo a la Plaza de las Artes de San José de Costa Rica, donde hoy la estatua de Cerati de Di Girolamo es punto de atracción para sus fans.
Fue un largo viaje de la escultura “Siempre es hoy”. Para siempre.
En 2015, el diseñador gráfico con sede en Mar del Plata George Manta fue convocado por los organizadores de un homenaje a Gustavo Cerati para hacer un póster símbolo de un evento en El Planetario de la Ciudad de Buenos Aires y una exhibición en el Centro Cultural Recoleta.
“En su momento lo tomé como un pedido más, y no sabía muy bien cómo resolverlo”, revela a Puro Diseño. Pero hoy George Manta no duda en señalar que ese retrato de Gustavo Cerati “marcó un momento clave en mi carrera artística. Además de la carga emotiva para mí, me dio exposición y reconocimiento”.
El artista recuerda que tenía que crear una pieza gráfica relacionada con algún disco o canción de Gustavo Cerati. Y George Manta eligió “Lisa”, canción de su primer álbum solista, “Amor Amarillo” (1993).
“Yo hacía algunos años que estaba focalizado en imprimir todo lo que pudiera en serigrafia, así que les propuse mi idea: un retrato impreso sobre papel en serigrafia. La copia número 1 sería la que donaba a la expo”. El resto de las copias fueron suyas, como la historia de uno de los retratos ilustrados más hermosos de Gustavo Cerati, también.
“Me imaginé a Gustavo en una especie de mar cósmico, fusionado con algas y estrellas -describe George Manta- Le puse mucho foco a su mirada. Para mí era lo más importante: lograr transmitir una mirada profunda, un poco melancólica pero no tan triste; con algo de tranquilidad y felicidad”.
Y al final, hubo recompensa. “El evento transcurrió y tuve muy buen feedback de la organización y de la gente -recuerda George Manta- Pero eso fue solo el comienzo, porque la bola de nieve empezó a crecer y nunca más paró”.
“Hasta el día de hoy recibo mensajes de gente de todo el planeta, contándome sobre su copia enmarcada y casi transformada en un altar, en sus casas, oficinas o estudios de grabación”, cuenta el artista que también cuenta muchos objetos y productos “no autorizados” -almohadones, termos, mates, cajas de alfajores, “y las cosas mas locas que te puedas imaginar”- con su imagen de Gustavo Cerati.
“Es una de las serigrafías más valiosas que tengo y algunas pocas copias quedan guardadas en mi estudio. Y a partir de esta obra, unos años más tarde empecé una especie de serie de retratos de artistas que hasta el día de hoy incluye a David Bowie, Spinetta, Thom Yorke, Gilda y Frida Kahlo”, concluye George Manta.
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