Parecen antiguas cabinas de teléfonos públicos. Pero son modernas “sillas cápsulas” hechas con plásticos reciclados y con la intención de provocar un efecto anti ruidos molestos.
Las sillas están diseñadas para ayudar a las personas a escapar del ruido de la vida moderna durante unos minutos cada día.
Y su diseño a base de plásticos reciclados incluye sonidos de la naturaleza que se canalizan directamente hacia los oídos de los usuarios, creando una experiencia única de relajación y bienestar.
De hecho, la silla recoge los sonidos del río y los dirige directamente hacia los oídos, cambiando la contaminación sonora de la ciudad por de la naturaleza.
El respaldo en forma de megáfono realza el sentido del oído y bloquea la visión periférica, permitiendo un mayor enfoque en “el momento presente” y la capacidad de evitar pensamientos y emociones que distraen, conceptos clave de la meditación.
Cómo es la silla que cambia los ruidos de la calle por los sonidos de la naturaleza
La silla anti estrés construida completamente de plástico reutilizado se llama “Amplification of The Senses” y fueron colocadas en las orillas del río Han en Seúl, Corea del Sur.
Fueron diseñadas por Eun Whan Cho, por un encargo del Gobierno Metropolitano de Seúl.
Mirando atentamente su silueta, se puede apreciar que evoca la figura de las manos alrededor de los oídos.
Sus creadores apuntan a crear un refugio anti ruidos molestos en la ciudad, y un espacio para alentar la relajación, la tranquilidad y la reflexión.
En lugar de bocinas y ruidos de construcción, lo que más se oye en el interior de las sillas cápsulas es el suave murmullo del agua, el armonioso canto de los pájaros y el relajante susurro de las ramas de los árboles en el viento.
“Usamos este banco para amplificar el paisaje y el sonido del río Han y permitir que los usuarios mediten”, cuenta Eun Whan Cho.
La apuesta de la silla “Amplificadora de los Sentidos” con la naturaleza de la urbe coreana es doble ya que, además de proponer una conexión especial con su entorno natural, ofrece una solución al reciclado de sus residuos plásticos.
En Seúl, el sistema de recolección de residuos plásticos es muy meticuloso. Los desechos se recolectan, se limpian y se pulverizan en pequeños fragmentos de plástico de colores, que luego se unen con resina y se moldean en grandes placas de plástico reciclado.
Luego, las piezas se ensamblan para fabricar la silla en la innovadora forma que indica el diseño original construido por el estudio Juhong.
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