“Geometría afectiva” de la artista Elba Bairon es la flamante ganadora de la primera edición del Premio Grupo Chomer.
Se trata de una distinción otorgada por la empresa argentina dedicada a la inversión y el desarrollo inmobiliario, junto con Meridiano, la Cámara Argentina de Galerías de Arte Contemporáneo.
El jurado del concurso de arte seleccionó la obra de Elba Bairon que será emplazada en el edificio Selene, ubicado en el barrio de La Lucila, Vicente López. Esta iniciativa nace con la convicción de que el arte representa un aporte de valor, no solo para los edificios y sus habitantes, sino también para toda la comunidad.
Una escultura sobre el poder de la curva y el encuentro
La escultura premiada se llama “Geometría afectiva” de la artista Elba Bairon, representada por W-Galería. Y se trata de una pieza que busca rendir homenaje al poder de la curva a través de una composición formal que pareciera no tener ni principio ni fin.
Es un nudo infinito, sin derecho ni revés, que también representa un abrazo, una continuidad, un encuentro.
“Es una obra pensada para ser vista desde todos lados, desde todas sus facetas, desde todas sus fases, según la ilumine el edificio”, explicó Elba Bairon al recibir el premio mayor del concurso dirigido a más de 1.000 artistas que forman parte de las 66 galerías que integran Meridiano y que busca fomentar la producción nacional y fortalecer el crecimiento del arte contemporáneo.
Además de Bairon, hubo una mención especial a las artistas Marcolina Dipierro de Pasto Galería y María Torcello de Oda Galería, que presentaron las obras “Guía circular” y “Banda de Moebius” respectivamente.
“Me encanta lo que sucede con las obras en espacios públicos -expresa la creadora de la escultura premiada- Siempre me quedan imágenes de alguna de ellas en la memoria cuando camino por las ciudades del mundo”.
Y agrega: “En el espacio público las obras se vuelven autónomas, transitan, permanecen con la vida diaria de las personas, cobran vida. Poder contribuir con mi trabajo a esa vitalidad de la ciudad, con la esperanza de que el público se detenga, le llame la atención, le genere curiosidad y de alguna manera se conmueva, es un orgullo muy grande. Ojalá se vuelva costumbre ver obras de arte en el espacio público”.
Por su parte Florencia Battiti, miembro del jurado del concurso, declaró: “Unir arte y arquitectura desafía convenciones, alentando perspectivas diversas y creando experiencias únicas que inspiran, cuestionan y emocionan de maneras sorprendentes”.
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