El estudio Newtab 22, con sede en Londres y Seúl, desarrolló un nuevo material sostenible y muy similar al cemento a partir de las conchas marinas rescatadas de las industrias pesquera y que de otro modo se tirarían. Se estima que más de 7 millones de toneladas son desechadas año a año y si bien algunas se reciclan para fertilizante, la mayoría se pierden en las playas.
El nuevo material se llama Sea Stone (¡obvio!) y se surge de la mezcla del caparazón de los moluscos triturados y mezclados con aglutinantes naturales y no tóxico.
La estética final es muy similar a la del cemento y tiene propiedades similares: las conchas marinas poseen piedra caliza, que se utiliza para hacer cemento.
Para el estudio, Sea Stone puede ser una alternativa al hormigón a la hora de producir pequeñas piezas. Se está usando para fabricar azulejos decorativos, tableros de mesa, zócalos y jarrones.
El proceso de fabricación de Sea Stone es muy artesanal porque las conchas se muelen a mano, de manera de volverlo más sostenible: se evita el gasto de electricidad y tratamientos químicos. Después se agregan a un molde y se dejan solidificar en piezas parecidas al concreto
Este método, además, hace que la materia prima varíe en colores, texturas y tamaños y lo vuelve más atractivo.
También se está experimentando qué sucede cuando se le agregan aglutinantes o tintes de color.
Una buena noticia para el diseño y el medioambiente