Somos emprendedores, tenemos objetivos y el empuje para llevarlo adelante. Y “lo único” que falta es empezar a hacerlo, y continuarlo.
De eso se trata la exigencia de saber todo lo que tenemos que hacer para lograr nuestros objetivos. Y en el proceso y realización del plan es clave tener un sistema, una rutina y una conducta para llevar a cabo ese objetivo.
La palabra que resume este desafío, o que expresa su realización en el día a día son los hábitos que necesitamos desarrollar y poner en práctica para avanzar con pie firme y por el buen camino.
De la salida a la meta, hay varios caminos. Pero seguramente el más directo sea el que hacemos con convicción y propósito.
Estos son las 5 ideas clave y hábitos que te ayudarán a acercarte mejor perfilado a la meta y concreción de tus objetivos.
1.”El aguante” y convivir con la dificultad
Este término identificado con el fútbol y la cultura rock tiene que ver con aguantarnos a nosotros mismos y a todas nuestras circunstancias adversas.
Hay que saber vivir y convivir con la dificultad, la crisis y el miedo a que las cosas no salgan bien para sobrellevar la incertidumbre y el temor y seguir adelante a pesar de todo y más allá de todo.
Persevera, aguanta y estarás más cerca de triunfar…
2. S.O.S. (vale pedir ayuda)
Que tengas “aguante” no significa que hagas todo a solas y sin buscar aliados en el camino.
Nadie se salva solo, dicen. Y es cierto. En el camino del emprendedor hay mil y una sociedades a disposición y dispuestas a escuchar nuestras propuestas, si sabemos dialogar, preguntar, contar…
3.Autocontrol y saber administrar
Atención con la hiperactividad y la creatividad sin límites porque el día (solo) tiene 24 horas y nunca jamás podemos abarcar todos los objetivos y metas que nos hayamos impuesto impulsivamente sin medir esfuerzo y posibilidades.
Al entusiasmo hay que acompañarlo con un plan que tenga en cuenta nuestra disponibilidad y capacidad real para llevar adelante lo que nos proponemos.
4.Negociar
Es una palabra clave en el desarrollo de cualquier emprendedor, tan importante como la libertad y la independencia que eligió para su horizonte laboral.
Es negociar con uno mismo y con todos y todo lo demás. Sin negociación, no hay propósito ni objetivos.
5. Paciencia quiere decir saber esperar
Paciencia es la palabra -la idea e intención- y saber esperar el hábito que permite desarrollar en tiempo y forma lo que queremos hacer y lo que queremos lograr.
Aprender, mejorar, poner en marcha un proyecto, que funcione… Nada es “de la noche a la mañana” y ni siquiera “ de un día para el otro”.
Como todo lo que tiene que ver con el mundo emprendedor la fórmula del éxito no existe. Pero si conocemos algunos ingredientes de efectividad comprobada, mucho mejor.
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