Tan imporante como el conocimiento y la técnica, las competencias blandas son fundamentales para desarrollar un proyecto.
Vivimos y trabajamos en un mundo hostil y en un contexto laboral repleto de dificultades e incertidumbres.
El momento presente y lo que viene es impredecible y no ayuda para poner en marcha y desarrollar un proyecto propio. Al contrario, propone un permanente desafío.
Hay que adaptarse a los cambios -en el mejor de los casos- y sobreponerse a situaciones adversas, la mayoría de las veces.
En este entorno es que aparecen las “soft skills” o habilidades blandas como respuesta a las necesidades de adaptación y capacidad de sobreponerse a situaciones de crisis y cambio, que suceden a diario y en alta velocidad.
Es ser competentes a la hora de abordar una tarea que requiere de habilidades duras pero que necesita también de habilidades blandas que nos hagan capaces de enfrentar adversidades tanto generales (la pandemia, por ejemplo) como particulares del propio emprendimiento.
Los expertos en emprendimientos y empresas coindicen en la importancia de las softskills para seguir adelante a pesar de todo y prosperar.
Y, entre otras, destacan:
1. Resolución de problemas y capacidad de gestionar situaciones de cambio e incertidumbre. Ser resilientes.
2. Usar la creatividad y ser flexibles.
3. Capacidad de gestión del propio estrés y desarrollar la inteligencia emocional
4. Autogestión de tiempo. El home office y el teletrabajo se instaló como una modalidad que rompe la barrera entre la vida personal y laboral, y hay que saber organizar y administrar nuestra actividad diaria, incluso en el mismo lugar.
5. Las habilidades comunicativas en tiempos de trabajo a distancia y comunicaciones más flexibles y remotas son clave para crear, comunicar y desarrollar un proyecto hoy.
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