Una Coca Cola… ¡brillante! No es un aviso publicitario sino la descripción de una de las obras icónicas de Sam Keller.
“La risa es la mejor medicina”, aseguró en una entrevista el artista que llamó la atención con obras que convierte símbolos de la comida rápida, como Cheetos y papas fritas de McDonald´s en esculturas.
El arte pop sigue revive de la mano de artistas como Keller que además se inspira en latas de bebidas y porciones de pizza.
Nacido en Nueva York, Sam Keller estudió en Escuela de Diseño de Pintura de Rhode Island y desde hace varios años comenzó a hacer obras utilizando comida real.
“Pedí una pizza, comí todo excepto la corteza”, recuerda el artista que también utiliza materiales cotidianos como alambre, grapas y cinta adhesiva.
The Cheetosphere es una de su serie de esculturas más famosas, hechas entre 2012 y 2015. “Comencé a tratar el supermercado como una tienda de artículos de arte y revisé mis esculturas de Cheetos. Me pregunto si al comer alimentos procesados y artificiales, tal vez estemos participando en el acto de auto-embalsamamiento”, contó.
“Espero que el uso que hago de la comida basura no conservada nos lleve a reexaminar los alimentos que decidimos consumir”.
Y después llegaron las latas de gaseosas y de cervezas que despiertan admiración y reflexiones sobre lo que consumimos a través de un lenguaje artístico con el humor como gran protagonista.
“Me gusta tomar algo familiar y convertirlo en algo que te haga mirar dos veces”, asegura Sam Keller que para sus obras enlatadas recogió latas de bebidas de la calle, y luego aplanadas y cubiertas de brillantes cristales de Swarovski.
“Siempre estoy buscando nuevos objetos y materiales para incorporarlos a mi práctica mientras sigo evolucionando mis ideas e intereses actuales. Siento que persigo una visión indescriptible en mi mente, y sólo lo sabré cuando llegue allí”, expresó el artista.
Más información: purodiseno.lat
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