El icónico objeto de diseño creado por el artista digital y diseñador argentino “inclasificable” fue adquirida por uno de lo principales museos de diseño del mundo. Es diseño (orgullo) nacional.
Andrés Reisinger es un artista digital y diseñador argentino, “inclasificable”, uno de los creativos top del momento, y su icónica silla Hortensia, su objeto de diseño símbolo, acaba de ser adquirido por el prestigioso Museo Vitra Design de la localidad alemana de Weil am Rhein, cerca de Basilea, Suiza.
“Hortensia, mi ejercicio infinito de creación, compañera confiable y epítome de mi visión en la definición de una nueva esfera híbrida que da la bienvenida a lo físico y digital, ha sido adquirida por el prestigioso @vitradesignmuseum”, contó a través de su cuenta en Instgram Andrés Reiseinger el desembarco de 15 Hortensias originales, desde el 22 de noviembre parte de la colección permanente del museo propiedad de la marca Vitra de muebles de diseño.
Rosa, florida y radiante, la silla Hortensia de Andrés Reisinger es la nueva estrella en el museo ubicado en el edificio erigido por el arquitecto canadiense Frank Gehry. Y hay que celebrarlo.
“Este es otro hito importante para el viaje de Hortensia y el mío, del cual estoy increíblemente orgulloso”, expresó el artista.
Fundado en 1989 por el fabricante suizo de muebles Vitra, el Museo Vitra Design es considerado uno de los museos de diseño industrial de muebles y de arquitectura más importantes del mundo. Y es la nueva casa de la serie de muebles de diseño con la que el artista y diseñador argentino conquistó el mundo.
La obra de Andrés Reisinger combina el diseño y arte “real” con el universo digital y en 3D, y la silla Hortensia es una manifestación de que “algunos sueños puedes hacer realidad”, asegura Reisinger.
También llamado sillón Hortensia, es su obra emblemática. “Mi intención inicial era solo dar una expresión visual de un sueño que tuve, en el que aparecía un asiento hecho completamente de pétalos, como una flor de hortensia. Y ese sueño pronto encontró más y numerosas declinaciones y expresiones”.
Entre sus señas particulares de diseño, sobresale el color rosa, la tonalidad fetiche del creador nacido en Argentina y que actualmente vive y trabaja en Barcelona.
“El rosa es el color de nuestros órganos, algo que todos los humanos tenemos en común de forma natural. Para transmitir esa sensación relajante, para mí es importante mantener un elemento de reconocimiento, algo con lo que todos podamos relacionarnos de inmediato. Y el rosa hace precisamente eso”.
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