Es una creación del diseñador Kim André Lange: un producto de diseño cinético ideado para instalarse en salas de espera, interactuar con el usuario y ¡entretenerlos!
“El Proyecto Surf Bench se enfoca en humanos en áreas de espera públicas, lugares donde las personas experimentan el tiempo”, explicaron sus creadores.
Y el énfasis en la inspiración y el espacio para el que fue concebido es una parte esencial del producto.
“Al observar estos lugares sobresale una fuerte emoción visible: el nerviosismo -reflexionan desde @kimandrelangedesign- A menudo causado por la falta de información sobre la duración del tiempo de espera, o la falta de actividades y entretenimiento determinados, el tiempo se experimenta fuertemente y, como resultado, se considera que pasa muy lentamente”.
Los diseñadores aplicaron su experiencia y observaciones en ámbitos de espera, y destacaron haber visto gente fumando, mirando sus teléfonos sin propósito o limpiando sus anteojos sin parar. Y al analizar las áreas de espera actuales se encontraron con un objeto en la mayoría de ellas: el banco espera.
“Un objeto sin ninguna característica que nos ayude a sobrellevar ese nerviosismo intermedio”.
“El Surf Bench es el resultado de esta observación. Un banco que despierta la curiosidad por explorar su función, favorece la interacción entre las personas, nos mantiene ocupados y nos enseña física con las manos”.
El banco de sur mide 240x45x45 centímetros, está hecho de madera y acero, y fue la sensación de la reciente exposción Ambiente de Frankfurt, Alemania.
“Con el propósito de involucrar a la gente en las áreas de espera públicas, hace que uno tenga curiosidad por explorar su función, promueve la interacción entre las personas y mantiene ocupados a los usuarios provocando la curiosidad”, destacaron algunos especialistas fanáticos instantáneos del Surf Bench.
Es una creación de Kim André Lange, un diseñador oriundo del sur de Alemania cuyo objetivo es “hacer que nuestro entorno sea más agradable”.
Es un creador que se destaca por piezas que apuntan a obtener “alegría a través del placer visual/sensorial y la usabilidad avanzada”. Y es un convencido de que la sostenibilidad es una parte integral del diseño.
Por eso es responsable del impacto ecológico y social de sus creaciones. Estudiar en escuelas técnicas y aprender física y materiales lo llevó a buscar la unión de la practicidad y la belleza.
Así es como decidió emprender el camino para estudiar diseño de productos en HfG Karlsruhe y KABK Den Haag y viajar por el mundo para descubrir cómo las diferentes culturas usan su entorno.
Manteniendo un estrecho contacto con la gente participando en exposiciones y proyectos de diferentes profesiones y nacionalidades, adquirió conocimientos interdisciplinarios.
En 2019 fundó el estudio KALD y se unió al colectivo de estudio 303.
Más información: purodiseno.lat