La obra de Edgardo Giménez llena pop en el Malba. Ese es el efecto que genera la exposición “No habrá ninguno igual”, curada por María José Herrera y que se puede visitar -hasta el 13 de noviembre- en la Sala 5/Nivel 2 del Malba.
Se trata de una exposición antológica de Edgardo Giménez que abarca más de sesenta años de producción del artista nacido en Santa Fe, en 1942.
“No habrá ninguno igual” exhibe más de 80 obras e instalaciones que expresan el arte, la filosofía y el activismo de una personalidad clave en la historia del pop art argentino.
Edgardo Giménez: un ícono del arte pop argentino en el Malba
1.Artista total. Pintor, escultor, diseñador gráfico y de objetos, arquitecto, escenógrafo, creador de imagen y personajes… ¡Polifacético!
Desde principios de los años 60 el arte de Edgardo Giménez fluye a través de todas estas disciplinas, y todas desarrolladas con humor, audacia y desmesura única (No habrá ninguno igual).
Artista autodidacta, Edgardo Giménez comenzó trabajando en gráfica publicitaria. En 1964 hizo su primera exposición individual. Desarrolló su carrera entre la pintura, la escultura, el diseño –de objetos, textil y de indumentaria–, la escenografía, la instalación, la arquitectura, el interiorismo y la edición de libros de arte.
2. Palabra de curadora. “Artista moderno, informado e internacional, sus obras conservan no obstante una clara identidad argentina, porque se nutren del folklore urbano, de sus mitos y personajes vernáculos”, dice sobre la muestra de Edgardo Giménez su curadora, María José Herrera.
“El repertorio de Giménez conecta con la imaginación y la fantasía universales desde nuestro país, en cuya idiosincrasia la parodia y la ironía ocupan un lugar central”.
3. Una vida de película. La exposición de Edgardo Giménez en el Malba se puede ver como film antológico con escenas que reflejan los temas, fetiches, íconos y obsesiones del artista. Y a partir de ellos se va descubriendo un relato fantástico.
“La película de Edgardo Giménez” se desarrolla en escenarios de neón y arcoíris, con impronta tropical y fantástica, con el encanto de un cuentos de hadas retro pop.
4. Luz, cámara… ¡arte!. La muestra “No habrá ninguno igual” incluye dos escenografías realizadas por Giménez y que formaron parte del decorado de las películas “Psexoanálisis” (1968) y “Los neuróticos” (1971), ambas del director Héctor Olivera.
Son dos instalaciones con el espíritu onírico y desprejuiciado de aquellos films de culto que fueron reconstruidos para dar marco a los objetos, pinturas, esculturas y arquitectura exhibidos en la muestra en el Malba.
5. El huevo: el símbolo. Uno de los decorados de Giménez para la industria cinematográfica argentina fue un gran huevo descascarado que se convirtió en símbolo de la muestra y el lugar preferido para las fotos de los visitantes. Y los días miércoles, sábados y domingos, de 16 a 19, en su interior hay una intervención de performers. 100 % Edgardo Giménez.
6. Dos tipos audaces. La muestra revela la estrecha relación de Eduardo Giménez con el crítico Jorge Romero Brest. Y se refleja a través de algunos emblemas de “No habrá ninguno igual”, como la reconstrucción del interior espejado del departamento del matrimonio Romero Brest en Recoleta realizada por el artista y la maqueta de Casa Neptuna (2020), concebida en José Ignacio, Uruguay, para la Fundación Amalia Amoedo.
7. Cinco estrellas. En la explanada del museo Malba se exhibe una reinterpretación de la obra “Ocho estrellas negras” que Edgardo Giménez presentó originalmente durante las “Experiencias visuales 1967” del mítico Instituto Di Tella.
Ahora son cinco estrellas –número que remite a la excelencia de una calificación– que mantienen la idea de trabajar con la reproducción seriada de una forma establecida.
Las estrellas son una marca registrada de Giménez en tanto connotan “el brillo como metáfora del éxito de la belleza y la imaginación”, y pertenecen al mundo del espectáculo tan citado y visitado por el artista.
8. Palabra de artista. “Siempre pensé que se podía provocar artísticamente por distintos medios, no solamente a través de una pintura. Se puede utilizar lo que se quiera, siempre y cuando el que lo haga sea un artista. Porque el arte es eso, modificar al otro a partir del contacto con ese objeto o actitud estética”, expresa Giménez.
A lo largo de la muestra en el Malba se pueden leer varias frases testimoniales del artista a través de las que transmite su permanente deseo y convicción de que el arte debe producir bienestar y alegría.
9. Arte y comunicación masiva. Los medios masivos siempre fueron para Giménez una fuente de inspiración, no solo por su afinidad con la cultura popular sino también por su afición por la sus estrategias para incluir a un público mucho más amplio que el de las artes tradicionales.
En su carrera se destaca, entre otras, la intervención pública “¿Por qué son tan geniales?” -de 1965- en la que las estrategias del arte y la publicidad se fusionaron de una forma inédita.
Edgardo Giménez junto con Dalila Puzzovio y Charlie Squirru, alquilaron un espacio publicitario a metros del Di Tella y de la agencia de publicidad Cícero, en el que colocaron una imagen de los tres posando con sus obras. El gigantesco póster se apropió de la estética, la técnica y el circuito de distribución de los carteles de publicidad cinematográfica.
“¿Por qué son tan geniales? desautorizó el fetichismo de la obra de arte y desafió las instituciones al situarse en el ámbito alternativo de la calle. Y hoy es una postal souvenir disponible en la tienda del Malba, ideal para llevarse un recuerdo accesible de esta espectacular muestra.
En el marco de la exposición, Malba coeditó -con la Fundación IDA y el Institute for Studies on Latin American Art (ISLAA) de Nueva York- el libro “No habrá ninguno igual” , con 400 páginas que repasan más de sesenta años de la producción artística de Giménez, e incluye un ensayo de la curadora María José Herrera y textos de Juan Ruades y Christian Larsen.
Más información: purodiseno.lat