Se llama Bo-tito Ecoguardian y es un robot de juguete articulado, diseñado a partir de envases plásticos post consumo hogareño.
José María Rodríguez y Daniela Czajkowski son los creadores de este emprendimiento de triple impacto que promueve la inclusión social y el cuidado del ambiente, resignificando los residuos a través del diseño y la innovación.
Bo-tito es un muñeco hecho completamente con plásticos reciclados y el eje de un emprendimiento nacional de juguetes reciclados que, durante agosto y en el contexto del Mes de la Niñez, se unió en una acción solidaria con la ONG internacional Smile Train, dedicada al tratamiento y capacitación de la Fisura Labiopalatina (FLAP).
De esta manera, durante agosto, por cada compra de un Bo-tito (@botitoecoguardian en Instagram y Botito Ecoguardian en Facebook), otro robot igual será donado a los centros de atención médica asociados a Smile Train en toda América latina.
¿Qué es Bo-tito?
Mucho más que un juguete y algo más que un muñeco hecho con plasticos de uso cotidiano, Bo-Tito llega para expresar un problema y proponer una solución.
“La falta de educación respecto a la forma excesiva en que consumimos el plástico, la importancia de la resignificación de este residuo como materia prima para otros objetos de mercado y también la forma en que se descarta para evitar su depósito en basurales o vertederos a cielo abierto”, enumeran sus creadores.
Así, Bo-tito se convierte en un súper robot de juguete y un personaje icónico identificado con “la responsabilidad individual a nivel social y ambiental. Nos invita a la acción, a la reflexión y a generar experiencias de socialización no solo de los residuos sino de las conductas participativas”.
Bo-tito se crea en dos formatos: uno que viene armado, como un muñeco de juguete tradicional, y en un kit para armar.
El primero es una escultura articulada del tamaño de un envase de shampoo. Se utiliza el método “assemblage” que consiste en unir distintos materiales y objetos de forma que se consiga un efecto tridimensional.
Lo innovador de esta técnica es que están conectados entre sí por un cordón elástico multifilamento de uso textil que se desliza por las perforaciones realizadas estratégicamente en cada pieza individual que la compone.
En el segundo formato Bo-tito llega en la forma de un kit DIY (hacélo vos mismo) con el cual se logra aprender la técnica de montaje para armar tus propios Bo-titos.
De esta manera, el juguete también contribuye a estimular la motricidad fina, desarrollar la creatividad y distinguir formas y colores.
“Todos los Bo-titos tienen facciones amigables y no llevan armas, ya que su poder radica en la transformación, en la inclusión, en la generación de acciones de cambio y en darnos el don de crear segundas oportunidades”, cuentan los creadores de la iniciativa.
Cada Bo-tito puede ser distinto uno de otro; es reciclado, reciclable y reparable, pues sus repuestos están en todos los hogares del mundo sin distinción de clases sociales. Y su promedio de vida es de 400 años, lo que tarda el plástico en degradarse.
Jose Maria “Boti” Rodríguez es también speaker motivador para acciones privadas y públicas con conciencia ambiental, difundiendo la revalorización de los residuos cotidianos a través de una mirada lúdica y creativa sobre lo que otros denominan descarte.
Por su parte, Sobre Smile Train (smiletrainla.org; smiletrain.org) empodera a profesionales médicos locales con capacitación, financiamiento y recursos para ofrecer cirugías y tratamiento integral de la fisura labio palatina de manera gratuita a nivel mundial.
“Promovemos una solución sostenible y un modelo de salud global escalable en la asistencia sanitaria, mejorando drásticamente la vida de los niños con fisura, incluyendo su capacidad para comer, respirar, hablar y en última instancia, prosperar”, explican.
Podés llevarte tu Bo-tito ingresando al siguiente link: botito.miempretienda.com
Y en Buenos Aires, también está disponible en la tienda del Museo de Arte Latinoamericano MALBA, Av. Figueroa Alcorta 3415
Más información: purodiseno.lat