Astor es un auto 100% eléctrico construido por egresados de la UBA. Hablamos con Agustín Passerini, líder del equipo, sobre el modelo que presentó en la última edición de PuroDiseño.
Todo empezó en 2016, cuando Agustín Passerini cursaba Tecnología 4 en la Facultad de Diseño y Arquitectura de la UBA. Estudiante de Diseño Industrial, pensó que construir un auto eléctrico sería un buen proyecto para la materia. Pero la historia de Astor empezó mucho antes de esa época. "De chiquito siempre dibujé autos como los que hacían los grandes diseñadores: ruedas grandes, proporciones exageradas y súper deportivos", recuerda y sigue: "Cuando terminé el colegio técnico empecé a buscar carrera y conocí el diseño industrial... Motivado inicialmente por el deseo de diseñar autos", dice. El lidera el proyecto en el que también trabajan Delfina Colombo, Nicolas Fantl, Elian Romero Tancoff y Cristela Caviglia.
Estando en la universidad se dio cuenta del potencial del diseño y de cómo era una herramienta capaz de resolver problemáticas. "La movilidad en las ciudades capitales es totalmente ineficiente: 80% de los autos de 5 plazas llevan sólo 1 pasajero. Es decir, un motor de más de 80 cv con una eficiencia del 30% (el resto es desperdicio) para mover más de 1000 kg que ocupan alrededor de 6 m2 de espacio en la ciudad y que en definitiva, son utilizados sólo el 20% del tiempo. Todo estos datos nos dan la idea de que es necesario un cambio real en como nos movemos", afirma Passerini.
¿Qué dificultades encontraron al querer pasar del diseño al prototipo?
-Al ser un proyecto para la facultad, no estaba la opción de no llegar a realizarlo, por lo que la planificación tuvo un lugar central en el desarrollo. Los tiempos fueron super ajustados (ya que lo hicimos en 8 meses) y nada podía fallar. Por ese motivo, hay resoluciones que quedaron sólo a nivel de prototipo, como la carrocería y el interior. La dificultad más grande se dio en la madrugada anterior al día de la entrega: se quemó el motor a las 3 de la mañana y entregábamos a las 11. Por suerte lo pudimos arreglar y llegamos andando. Sólo quedo como una anécdota que la sufrimos mucho en el momento.
¿Qué posibilidades hay de que Astor sea fabricado en línea?
-Al ser un proyecto tan ambicioso, depende mucho de privados (socios o inversores) o lineas de financiamiento para poder llevarlo adelante. Sin embargo sabemos que para conseguirlo es necesario tener toda la información para que nuestro proyecto sea atractivo a nivel comercial y para eso estamos trabajando por todos los medios posibles. Al margen de lo que pueda suceder, vamos a seguir a pulmón porque creemos que es un proyecto totalmente viable y sólo es cuestión de dar con los contactos adecuados que quieran y puedan aportar a nuestro proyecto.
Las resoluciones técnicas par a fabricarlo en serie son el punto menos bloqueante, ya que sin dudas contamos con el know how para realizarlo.
¿Qué diferencia a Astor de otros autos eléctricos?
-La tecnología de los autos eléctricos es muy sencilla por lo que no buscamos distinguirnos por ese tipo de desarrollo. En su lugar, buscamos distinguirnos a través del diseño: esto incluye principalmente la ergonomía: que sea cómodo para manejar y de acceso simple para todo tipo de personas, incluso adultos mayores. Como es para la ciudad, también debe ser muy fácil y rápido el ingreso y egreso del vehículo (por eso las puertas se abren verticalmente y sin ocupar espacio en su apertura). El diseño mecánico es sencillo para poder ser fabricado con la mayor cantidad de partes locales comerciales (punto importante para la producción nacional). El interior es durable y de fácil limpieza, ya que será para usar todos los días y por supuesto es fundamental la estética que se ve resuelta en el nuevo diseño, que es lo que convence a los usuarios.
¿Por qué Astor?
-Como todo en el proyecto fue muy pensado, buscábamos un nombre de 5 letras (con 2 vocales y una letra fuerte), que son las características para que un nombre sea llamativo y pregnante, además que tenga relación con un vehículo eléctrico, si era posible que sea un icono nacional. Teníamos 15 posibilidades pero ninguna cumplía completamente, un día escuchando un tango en el taller en que lo hicimos, el dueño del taller nos dijo que era de Astor Piazzolla. Astor no solo cumplía con las condiciones antes mencionadas, fue un icono nacional reconocido por romper con la estructura convencional del tango, además de que fue el primero en utilizar instrumentos eléctricos en este rubro y por todo eso fue duramente rechazado por los más fanáticos del tango. Eran muchos los puntos de unión ya que es una situación similar a la que esta sucediendo con los vehículos eléctricos en el mundo. El nombre era perfecto.
¿Qué aprendiste en el recorrido?
-Es inmenso el crecimiento a nivel personal que tuvimos junto al equipo de Astor. Aprendimos haciendo y aprendimos muchísimo de las personas que nos acompañaron y nos siguen acompañando. Como Gabriel Torchia, restaurador de microautos que nos ayudo a realizar todo el prototipo, quien resuelve cualquier cosa que le propongas; o Gabriel Muñoz, fabricante de bicis eléctricas Emov quien está hace casi 10 años en el mundo de los vehículos eléctricos. Además fue mucho el aprendizaje de los proveedores de piezas que tanta paciencia tuvieron con nosotros cuando les contábamos que era para un proyecto de la facu.
¿En qué nuevos proyectos están trabajando?
-Tanto yo, como el resto del equipo, tenemos nuestros trabajos en relación de dependencia por lo que cuesta generar nuevos proyectos. Por ese motivo actualmente estamos dedicados mayormente al proyecto de Astor, participando de concursos, mentorías, aceleraciones para poder dar el salto y dedicarnos de tiempo completo a nuestros proyectos que son de lo más variados. Mientras diseñábamos el interior del Astor también desarrollamos una silla para partos, en paralelo tengo un pequeño emprendimiento de muebles y realizo algunos trabajos freelance de arquitectura.
Además de esto trabajo como docente en la FADU y así Astor también puede llegar a convertirse en proyecto de investigación, tema que también esta entre los proyectos futuros.
El lema de PuroDiseño este año fue Pensar el diseño. ¿Qué significa para ustedes esta expresión?
-Como diseñadores industriales, sabemos que el diseño se genera a través de un proceso de varias etapas donde se piensa el usuario, ergonomía, competidores del mercado, costos, materiales, fabricación en serie, mensaje social del producto, etc. Todo esto hace a un producto pensado, si solamente se tratara de una cuestión expresiva estaríamos hablando de arte, aunque el arte también puede pensarse desde el diseño. Por ese motivo, muchos productos en la historia quisieron ser sólo una expresión artística y fallaron en ser realmente el producto que esperaban ser. Básicamente es lo que define como será percibido por los usuarios.