Claves para llevar adelante un emprendimiento y evitar los errores más frecuentes – PuroDiseño
 

Claves para llevar adelante un emprendimiento y evitar los errores más frecuentes

El desafiante camino de emprender es el tema de esta columna exclusiva de Sebastián Prado, confundador de Oh! Wear.
Hacedores
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Llevar adelante un emprendimiento y evitar los errores más frecuentes. De eso se trata “el desafiante camino de emprender”, tema de esta columna exclusiva para Puro Diseño escrita por Sebastián Prado, cofundador de Oh! Wear, que también menciona algunas cualidades emocionales indispensables para sostenerse.

Sebastián Prado, cofundador de Oh! Wear.
Sebastián Prado, cofundador de Oh! Wear. Foto: Gentileza SDO PR & Entertainment.

Cómo poner en marcha un emprendimiento y evitar errores

A diferencia de lo que nos podríamos imaginar, un emprendimiento no nace en la idea sino en la acción. Ideas hay muchas y por todos lados; pero solo el que materializa ese proyecto es el emprendedor, el que avanza entre la incertidumbre propia del que transforma en realidad algo que antes no estaba.
El emprendedor, entonces, se transforma en un vector entre la idea y su realización, y lo clave en su perfil no debe ser el capital o el conocimiento específico sino su capacidad emocional para defender el proyecto de otros y también de sí mismo.


Y, si bien el capital es una parte importante de cualquier iniciativa, el emprendedor debe entender que, si el proyecto es sólido, la financiación se consigue. En este sentido, la inversión no es un factor determinante en tanto que, si faltase, hay que pensar qué puerta tocar. El emprendedor irá a buscar lo que necesita para que su proyecto se realice, puede ser: capital financiero, humano y/o experto.

Existen cualidades emocionales indispensables para sostener un proyecto.
Existen cualidades emocionales indispensables para sostener un proyecto. Foto: Unsplash.


El nuevo emprendedor se enfrenta a las trabas de ser muy pequeño cuando empieza y el veterano a sentir más fuerte el peso de las decisiones, que toman otra magnitud en tanto el proyecto crece.
Pero ambos deben entender que siempre choca el que maneja; y es inevitable. Emprender significa tomar decisiones en decenas de áreas que no dominamos, donde el apoyo de expertos es fundamental, pero la decisión en cada área habrá de tomarla uno. La clave es saber escuchar, y adaptar eso a lo que se necesita, entendiendo que nada viene en términos absolutos.


Las definiciones categóricas –lo que llamamos “buenas” o “malas” decisiones- solo sirven para paralizarnos. La premisa es avanzar, con incertidumbre pero avanzar. Y dar un paso pequeño tras otro, de forma sostenida y ordenada; siempre va a ser mejor antes que dar grandes saltos con el riesgo de trastabillar y caer.


Una buena clave a la hora de tomar decisiones es siempre tener en mente que la empresa debe ser vendible. No porque estemos pensando en desprendernos del emprendimiento, sino porque denota que la empresa es ordenada y que las determinaciones que se toman construyen una base sólida.

El emprendedor, entonces, se transforma en un vector entre la idea y su realización.
El emprendedor, entonces, se transforma en un vector entre la idea y su realización. Foto: Unsplash.


La barrera de salida tiene que estar baja y el emprendimiento debe ser a prueba de situaciones inesperadas. ¿Qué puede pasar en un emprendimiento? De todo. Especialmente en un contexto de marcos regulatorios que mutan, incertidumbre económica y cambios constantes.


El rasgo emocional del emprendedor debe ser la resiliencia frente a todas esas adversidades y la constante atención para interpretar el momento que se está viviendo. Siempre habrá situaciones externas que nos golpeen como emprendedores; frente a esos embates, la clave es no sobreexponerse.
Evitar creer ser el campeón del mundo frente a una racha positiva, y superar la frustración cuando lleguen los reveses; permitirse el error es clave para encontrar el sano camino medio y no bajar la guardia, eso es lo que mantiene al proyecto sólido.


Nunca hay que perder de vista que la motivación es una de las armas más poderosas que tenemos pero que va perdiendo fuerza a medida que se enfrenta a los fracasos y las dificultades propias de un contexto hostil. Cuidar el proyecto significa también pulir la fortaleza de quien lo sustenta.

Más información: purodiseno.lat

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