Camille Walala lo hizo otra vez. Todo lo que toca lo llena de colores, y su última parada fue la fábrica de Montana Furniture.
La artista referente del color transformó su fachada en una auténtica pieza de arte pop a gran escala. Su fachada es un enorme mural de tonalidades vibrantes y patrones geométricos y líneas fiel al estilo de la reconocida artista francesa radicada desde hace unos años en el Reino Unido.
Desde que en 2017 sus inflables para el Design Festival de Londres impactaron al público, Camille Walala se instaló en la escena del arte y el diseño como una referente del color y una artista que sabe como llamar la atención e invitar a la acción y a la participación del público.
Otra de las señas particulares de su estilo es la evocación del arte africano (tribal pop) y la referencia atractiva e innovadora de la arquitectura “decorativa”.
El diseño para darle color al mundo de Camille Walala
Además de sus instalaciones interactivas, Camille Walala se ha destacado por sus trabajos sobre entornos públicos a los que les proporciona una inmediata vitalidad.
Todo lo que ella toca, cobra nueva vida. Y es lo que sucedió con el edificio de la fábrica Montana Furniture, situado en una alejada zona rural de Haarby, Dinamarca.
Lo hizo para celebrar el 40º aniversario de la marca de mobiliario de almacenamiento que no la eligió arbitrariamente sino por sentir una identificación de la obra de Camila Walala con sus productos.
“Con este mural queremos crear un hito, celebrar los colores y poner nuestras instalaciones de producción en el mapa”, expresó el director gerente de Montana Furniture, que además es el hijo del diseñador Peter J Lassen, fundador de la compañía en 1982.
El objetivo de la empresa y de la artista en este proyecto fue convertir la sede de la fábrica en un nuevo punto de atracción para la localidad rural, que también funcione como un espacio público de encuentro y de intercambios sociales positivos.
Misión cumplida.
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