Si hay un libro ideal para regalarse entre diseñadores es el libro “Es mi tipo”, un libro sobre fuentes tipográficas, de Simon Garfield, escritor nacido en Londres, en 1960.
Publicado en Argentina por editorial Taurus -en 2012- cuenta la historia de más de 200 fuentes -desde su nacimiento y, en algunos casos, hasta su muerte- y analiza el fenómeno de algunas letras, como el caso de la Helvética.
El poder de la tipografía
1.Las letras hablan. Lo más importante es la transmisión de pensamientos, ideas e imágenes de una mente a otra. Esta afirmación constituye la principal puerta de entrada a la ciencia tipográfica.
2.La tipografía es el mensaje. Negar la idea de que el tipo puede ser de por sí el mensaje (negar que la tipografía pueda ser emocionante o impactante) es matar la emoción y el progreso.
3.Más que palabras. El tipo de letra puede contarnos más de lo que nos cuentan las palabras.
El origen de la fuente Helvética (y cómo conquistó Nueva York)
4.Subte línea H de Helvética. Según se expandía el metro, Nueva York se dispuso a ordenar sus letreros esmaltados y mosaicos de azulejos de apabullante variedad.
De la Franklin Gothic o Bookman, con toques art decó y alguna gracia romana a la antigua, pasando por la letra Standard Medium, y en 1989 se unificó toda la red y “la Nueva York subterránea había finalmente sucumbido a Helvética”.
5.El origen de una tipografía. Helvética llegó a la vida en 1957 como Neue Haas Grotesk, exhaustiva modernización de Akzidenz Grotesk, que había sido creada en 1898. Fue diseñada por Eduard Hoffmann y ejecutada por Max Miedinger, de la fundición de tipo Haas, en Münchenstein, cerca de Basilea. Se la rebautizó Helvética (de Helvetia, el nombre que los romanos dieron a la actual Suiza) en 1960.
6.Menos es más. Se diseñó para ser un alfabeto limpio y útil que sirviera para comunicar información importante de la manera más clara posible.
7.Un día sin Helvética. Un diseñador tipográfico neoyorquino de nombre Cyrus Highsmith trató de pasar “un día sin Helvética”: cada vez que viera algo escrito en esa fuente tendría que apartar la mirada. No podría tomar ningún transporte con rótulos en Helvética ni comprar ningún producto que presentase esa fuente en el envoltorio.
8.El documental “Helvética”. Dirigido por Gary Hustwit, la película exhibe cómo esta fuente tipográfica tomó el mundo. Su film abre con imágenes de Manhattan, en la taquilla de Times Square, en Bloomingdale´s, Gap, Knoll, el metro, los buzones. Y le siguen imágenes de BMW, Jeep, Toyota, Kawasaki, Panasonic, Urban Outfitters, Nestlé, Verizon, Lufhtansa, Oral B, The North Face, Energizer, American Airlines…
9.El buen diseño. “Si eres capaz de recordar la forma que tiene tu cuchara mientras comes, seguramente esté mal diseñada”, dijo Adrian Frutiger, diseñador suizo de la letra Univers, en una conferencia sobre tipografía en 1990. Y remató: “La cuchara y la letra son herramientas: la primera para tomar alimento del plato, la segunda para extraer información de la página (…) Cuando un diseño es bueno, el lector ha de sentirse cómodo y para ello la letra debe ser a la vez banal y bella”.
Helvética: una fuente tipográfica de película
Más información: purodiseno.lat