No son lámparas. Son luces de un universo fascinante de diseño que componen las colecciones de Deerstedt.
La marca consigue sorprender con diseños modernos que, en realidad, son piezas homenaje al diseño que se expandió durante la era espacial, en la segunda mitad del siglo XX.
Es que sus lámparas parecen objetos voladores no identificados -tal como se los llamaba a los OVNIS en aquella época- proyectos de estaciones espaciales soñadas y, por supuesto, remiten a las luminarias y mobiliarios que se desarrollaron en simultáneo en el interiorismo de la época.
Desde Haderslev, en el sur de Dinamarca, muy cerca de Alemania, la firma Deerstedt llega a la iluminación del diseño (literal) y fabrica sus piezas de colecciones que luego comparte en Instagram generando un efecto de amor viral al primer contacto.
La inspiración espcial de las lámpara de Deerstedt
En 2018 sus lámparas fueron sensación de la feria “Puces du Design”, la exposición de diseño vintage y contemporáneo en Versalles, París, y desde entonces los amantes del diseño adoptaron su amor incondicional a cada nuevo producto presentado por la compañía danesa.
Entre sus líneas más celebradas, están la gama de luces Bent Karlby y las del ceramista Tue Poulsen. Y más allá de que cada una de los artículos de Deerstedt brillan con luz propia, otro de sus atributos es que son diseñados como complemento perfecto para maridar con ambientes y muebles diseñados en la misma sintonía.
Además del diseño de la silueta de las lámparas, la apuesta al color es otra seña particular de las luminarias de Deerstedt, además consagradas como fuentes de luz potentes y funcionales.
Las lámparas colgantes suelen ser las estrellas de su líneas. Están diseñadas para esparcir ajustadamente la luz hacia todo los espacios de los ambientes.
Las lámparas colgantes de Deerstedt
Lo demás, es puro “midcentury design”, con reminiscencias retro de la era espacial, estilo nórdico, sentimiento escandinavo, op-art… auténticas obras de arte.
Más información: purodiseno.lat