El proyecto intenta fusionar la construcción con el paisaje y jugar con las sombras que cambian durante el día
Formas curvas y onduladas son las encargadas de generar volumen en este restaurante que próximamente estará ubicado frente al mar, en Irán. Está inspirado en el entorno y en las altas olas del océano
La idea del arquitecto principal (Nadiya Azimi Mehr) es crear la sensación de que la estructura existente es parte de la naturaleza y es abrazada suavemente por el contexto.
Los materiales de toda la estructura (1500 metros cuadrados) está elegidos para no desentonar con la naturaleza y adaptarse a ella perfectamente.
El techo es deslumbrante: la piedra genera familiaridad y tranquilidad en el espectador. Especialmente porque sigue las formas de las sombras que se crean durante el día. El reflejo sobre la arena agrega encanto.
Al cambiar la dirección y el ángulo del sol, el escenario muta.
Todas las paredes son de vidrio, logrando una transparencia que potencia el contacto con la naturaleza.
En el interior se prefirieron los tonos azules, tanto en las paredes como en la mayoría de los muebles.
La vegetación intensifica la cercanía con el mar y ayuda a crear un ambiente tropical.
Una maravilla que tiene fecha de finalización en 2021 y se podrá apreciar desde cualquier ángulo.
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