El proyecto de un equipo de arquitectos italianos integra cuatro torres conectadas de 300 pisos capaces de albergar a más de 200 mil habitantes.
Un estudio de arquitectura con sede en Italia desarrolló un plan de ciudad forestal, vertical, inteligente y auto sostenible, capaz de albergar a una población de hasta 200.000 personas
El proyecto de Luca Curci se llama The Link y tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de la gente mediante la promoción de la sostenibilidad y la tecnología. El propósito es equilibrar el aumento de las poblaciones urbanas a través de la expansión vertical y la innovación económica.
La ciudad forestal será autosostenible, absorberá CO2, producirá oxígeno para un aire más limpio y aumentará la biodiversidad urbana. Aplicando inteligencia artificial, la ciudad inteligente podrá controlar la temperatura global de la zona, la humedad y hasta el sistema de iluminación.
Los arquitectos esperan poder controlar los patrones climáticos y almacenar energía adicional, producida por paneles solares y otros recursos de energía renovable.
La ciudad estará integrada por cuatro torres principales, de 300 pisos y 1200 metros de altura capaces de albergar a más de 2 millones de plantas, todas distribuidas en los distintos pisos. La presencia de verde mejorará la calidad del aire.
Las torres están conectadas entre sí y equipadas con áreas verdes en todos los niveles, luz natural, ventilación y sistemas de transporte totalmente eco-sostenibles
La torre más alta concentrará a una parte de la población, mientras que las otras tres serán sede de oficinas, centros de salud, instituciones educativas en todos los niveles: jardines, escuelas y universidades.
En el sótano se construirán muelles internos y externos para permitir la entrada de turistas.
Será la primera ciudad inteligente consciente, en la que 200,000 habitantes pueden coexistir con más de 150 especies de árboles y plantas y con una calidad del aire
Luca Curci, arquitecto
La ciudad inteligente busca promover la cohesión entre los vecinos de la comunidad y fomenta un estilo de vida más sustentable y equitativo para todos.
Uno de los programas relaciona la producción y la agricultura con la política de cero residuos, de manera que todos los vecinos puedan disfrutar de un mayor bienestar.
La visión de la ciudad inteligente es que, también, pueda ser auto suficiente en la producción de alimentos para sus habitantes. Cada torre contempla un espacio comunitario compartido que incluye piletas y otros servicios, pero a la vez mercados y locales para comprar lo indispensable, centros espirituales y culturales.
Una verdadera idea de la felicidad concentrada en un mismo proyecto futurista.