Desde España, la joven diseñadora Lara Campos experimenta las posibilidades emocionales y curativas que surgen de la fusión de las nuevas tecnologías, la biología y la naturaleza.
Lara Campos estudió diseño en Buenos Aires (en la UP) pero desde hace tres años, en Barcelona, se dedica a investigar el proceso y las potencialidades de la germinación de prendas en un proyecto al que bautizó beGrounded.
El proyecto es un ejemplo de los nuevos paradigmas que surgen a partir de la combinación de las nuevas tecnologías, de la fabricación digital con la biología.
La propuesta busca cambiar la percepción de nuestros hábitats, ecosistemas, cuerpos, comportamientos e interacciones. Explora la comunicación entre los humanos y la naturaleza como un acto emocional y artístico a través de los textiles.
BeGrounded propone un kit que incluye todo lo necesario para germinar una prenda y luego vestirla como una representación idílica de simbiosis con la naturaleza. La propuesta consta de la prenda, una caja de madera realizada con fresadora y corte láser, una percha de bambú, un manual de instrucciones gravado sobre papel reciclado y una botella de cerámica impresa en 3d para regar la prenda.
La base del proyecto consiste en germinar brotes en textiles para estar más cerca de la naturaleza y plantea lo diferente que se siente vestir materiales vivos y sus potenciales beneficios.
Por estos días, Lara está haciendo pruebas con semillas aromáticas para intensificar la experiencia y viendo la posibilidad de agregar color a través de la paleta de color natural de los brotes.
“También estoy desarrollando, junto a un colectivo de artistas, un proyecto que se llama Future Wardrobe e involucra un textil a base de algas. Por otro lado estoy trabajando biomateriales con residuos de comida y, desde FabLab Barcelona integro un proyecto europeo (Siscode) que busca aplicar economías circulares a pequeña escala, para el que estoy creando un material tipo cerámica realizado con cáscaras de huevo”
Lara Campos estudió Diseño Textil y de Indumentaria y en busca de “algo distinto” encontró en España un curso en, Fabricademy, sobre biomateriales y tecnología aplicados a textiles. “Para mí siempre fue muy importante diseñar desde una materialidad, teniendo en cuenta todo el ciclo de vida del producto desde la obtención de las materias primas hasta su desecho”
Para ella, el diseño “es un relato, de lo que uno es, de cómo uno piensa”. Una representación artística de lo que tenemos adentro.
¿Cuáles son las potencialidades de las prendas biotecnológicas?
Muchas. Creo que vestirnos con la naturaleza dista mucho de cubrir nuestra piel con materiales sintéticos. Vestir plantas podría tener algún efecto beneficioso, similar al del contacto con la naturaleza. Si logro realizar la prenda con brotes de aromáticas, posiblemente serán prendas de aromaterapia. Teniendo en cuenta la teoría del ”Earthing”, esta prenda biotecnológica tiene potenciales propiedades curativas, dando lugar a una inminente industria de la moda en la que los usuarios pueden lidiar con problemas de salud, como el estrés y la ansiedad en este caso.
¿Se puede aplicar a distintos textiles?
Sí, hay que probar con distintas fibras y ver cómo resulta. Para lograr estas prendas he construido una máquina hiladora, con la que fabrico los hilos con semillas dentro y luego los tejo en un telar que también construí a través de la fabricación digital.
Es un proceso que tiene algunas limitaciones, tanto por el tipo de fibras y el tipo de semillas. No cualquier semilla puede crecer por hidroponíay no todos los brotes pueden atravesar las fibras del hilo para crecer. Todavía hay mucho por investigar, estudiar, aprender y descubrir. Eso es lo que lo vuelve fascinante.