Adriana Torres se inspiró en el modelo creado por Marcel Breuer en 1928 como uno de los puntos principales de su próximo proyecto de bordado.
“Convertí la técnica utilizada para hacer la silla Cesca en puntadas para poder bordar la silla”, escribe entusiasmada la artista Adriana Torres en su cuenta en Instagram @soymigadepan. Y anticipa que será uno de los ítems principales del próximo retiro online en marzo organizado por The Makerie.
“No tengo la silla Cesca, ¡pero me encantaría”, agrega Adriana Torres que también enseñará una serie de puntadas para bordar sillones, alfombras, plantas, macetas, pinturas y lámparas, como la HP5 de Poulsen, otro icónico objeto de diseño que le fascina.
“Mi fascinación por la silla Cesca viene desde hace mucho tiempo -revela Adriana a Puro Diseño- Las sillas son mi debilidad. Son los objetos funcionales que más carácter le dan a un espacio. La silla Cesca es un emblema de la escuela Bauhaus sobre la que siento una profunda admiración. Me encanta su arquitectura, la tipografía, los tapices, el vestuario para obras de teatro, las teteras, y por supuesto las clases y pinturas del maravilloso Paul Klee”.
Sobre su bordado de la silla Cesca, Adriana cuenta: “La tengo bocetada en uno de mis cuadernos desde hace mucho tiempo. Pero no era fácil transformarla en un bordado. No la quería hacer usando cualquier puntada… ¡No se lo merecía! Hasta que me invitaron a dar una clase para Estados Unidos y Australia bajo la temática de pintar con gouache y luego bordar los objetos favoritos de tu casa (reales o soñados)”.
Así fue como pensó en el modelo Cesca como protagonista del próximo retiro online de tres días, cada jornada dictado por una artista diferente: Sarah Benning de Estados Unidos, Flora Waycott de Australia y ella desde Argentina.
“Elegí dos de mis objetos favoritos: la lámpara PH5 de Poul Henningsen y la silla Cesca. Me dediqué a estudiar paso a paso la técnica del esterillado para luego traducirla en puntadas mínimas. Y así la pude bordar. Ahora me falta agregarle el sweater”, concluye.
Adriana Torres es artista y diseñadora. Estudió Arquitectura y Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires. Y al mismo tiempo comenzó a formarse en Bellas Artes, fotografía e ilustración. En 2022 fue integrante del comité curador de feria Puro Diseño.
Así, en su fusión de oficios, técnicas y actividades, es que eligió la emblemática silla Cesca como un diseño para ser recreado a través del bordado.
El modelo de silla Cesca fue creado por el húngaro Marcel Breuer, en 1928, y desde entonces ingresó al “comedor de la fama” de las sillas modernas más celebradas de la historia.
Su diseño está basado en una estructura de acero tubular sobre la que se encuentran el asiento y el respaldo.
Uno de los hits de la silla Cesca es que rompe con el predominio de los modelos de cuatro patas al ofrecer una sola formación continúa.
Fue un acierto estético y funcional, una silla cómoda y flexible, que definió su impronta y lugar de relevancia en los comedores modernos de todo el mundo, en el siglo XX y más allá.
A lo largo del tiempo, la silla Cesca tuvo una gran cantidad de reversiones y formatos. Sin embargo, lo que nunca cambia es su silueta inconfundible, emblema de la Bauhaus, la emblemática escuela de arquitectura, diseño, artesanía y arte fundada en 1919.
La idea original que tuvo Marcel Breur para crear la silla Cesca que crear una silla “suspendida” y “voladiza” que tuviera una base de dos patas.
Al principio fue bautizada bajo el nombre de silla B32, y su presentación -en 1928- causó inmediata controversia ya que, en 1927, el diseñador holandés Mart Stam junto con Ludwig Mies van der Rohe habían presentado una idea similar.
La disputa llegó a los tribunales, con fallos que fueron cambiando el nombre del creador y criatura: primero Stam fue acusado de “robar” el diseño de Breuer; luego Stam fue reconocido como principal diseñador y creador de la silla, bajo el nombre de S43, y comenzó a comercializarla como la silla B33.
Lo cierto es que la historia reivindicó a Marcel Lajos Breuer, que en la década de 1950 asignó los derechos de la silla B32 a la empresa italiana de Dino Gavina, quien la bautizó con un nombre en tributo a la hija de Breur, Francesca: “Cesca”.
La Cesca es considerada una de las sillas más icónicas de la historia del diseño, y es la fusión de tradición e innovación, la rejilla de paja (la que inspira a la artista Adriana Torres) y el tubo de metal, el mix de Thonet y Bauhaus, lo que la caracteriza, define y hace única.
Nacido en Pécs, Hungría, en 1902, Breuer fue uno de los principales protagonistas de la Bauhaus desde temprana edad.
Walter Gropius -director de la escuela Bauhaus- lo invitó a dirigir el taller de muebles, y en ese ámbito es que el diseñador desarrolló algunos de sus proyectos más relevantes que se destacaron por combinar el arte con la producción industrial, el trabajo artesanal con las nuevas técnicas de diseño.
Además de la silla Cesca, Breuer también creó el sillón B3, también conocido como Wassily.
“Ya tenía la idea de cubrir el asiento con una funda de tela estirada en lugar de una tapicería gruesa. También quería una montura que fuera fuerte y elástica, para conseguir claridad en las formas y ligereza tanto visual como física”, explicó Breuer sobre el modelo Cesca.
Y agregó: “La producción en masa y la estandarización ya me habían hecho interesarme en el metal y las líneas brillantes e impecables en el espacio como nuevos componentes para nuestros interiores. Estas líneas curvas y brillantes no solo simbolizan nuestra tecnología moderna, sino que en realidad son la tecnología en sí”.
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