Las lámparas Bubble de George Nelson son reconocidas como símbolo del modernismo, y actualmente se reivindican y consagran por su elegancia y versatilidad para adaptarse y potenciar diferentes estilos de decoración y arquitectura.
Cuando el diseñador norteamericano George Nelson imaginó sus hoy famosas lámparas burbujas -a mediados del siglo pasado- se basó en las tradicionales linternas de papel.
Ese punto de partida es clave en la simplicidad y calidez que las caracteriza, y explica su particular encanto y vigencia.
A su idea original con reminiscencias orientales le sumó la impronta modernista de las lámparas colgantes suecas. Nelson soñaba con tenerlas en sus oficinas, pero sobre todo quería hacer una iluminación más sencilla y masiva.
“El diseño sueco estaba hecho de una cobertura de seda que era muy difícil de confeccionar: tenían que cortar gajos y coserlos sobre una estructura de alambre”, escribió en el libro, “On Design” el diseñador.
Y siguió relatando el origen de su proceso creativo, guiado por la intuición y la casualidad. “Mirando una imagen del New York Times, me encontré con una imagen que mostraba buques Liberty, con las cubiertas tapadas con una red y luego con un rociado de plástico autoadhesivo”, relató Nelson.
Su primera lámpara de burbujas fue diseñada en 1947, usando ese mismo plástico autoadhesivo originalmente desarrollado para uso militar.
De esa manera encontró la fórmula para hacer una lámpara segura de producir, versátil y más resistente que las linternas de papel y seda que lo habían inspirado.
Luego, George Nelson ubicó al fabricante de este plástico de resina para emplear el mismo material para la confección en serie de sus lámparas burbujas.
Cómo son las lámpara bubble o burbujas de George Nelson
Durante una de las “explosiones creativas”, tal como él mismo definía sus momentos de inspiración –“cuando el individuo solitario descubre que está conectado con una realidad con la que nunca soñó”, decía- George Nelson desarrolló el prototipo.
Fue una robusta y liviana estructura esférica con anillos perforados en los cuales se insertaban cables de acero, de modo tal que la forma se conservaba por la tensión, sin soldaduras y con pocas herramientas.
El paso siguiente de su lámpara de diseño fue rociar la estructura con un esmalte de resina para formar una red de fibra, y después aplicar un revestimiento final de plástico para generar una superficie lisa y traslúcida.
Así fue como nació la primera colección de lámparas colgantes del fundador su propia empresa de diseño, George Nelson & Associates, tal como él las había imaginado, con diseño y accesibles.
Más adelante, el diseño se extendió a lámparas montadas en la pared y también de pie y de mesa.
Y en poco tiempo, la lámpara de burbujas de Nelson ya flotaban -en varias formas y tamaños- por todo el país. Y se instaló como una familia completa de “lámparas bubble”, todas con el denominador común de sus siluetas esféricas y elegantes, con luminosidad suave y cálida, ideal para interiores.
Quién es George Nelson, el diseñador de las luces y del cambio
“El diseño es una respuesta a un cambio social”, expresaba George Nelson, también reconocido como diseñador de muebles y creador de productos emblemáticos, showrooms y exhibiciones para diversas empresas y organizaciones.
George Nelson (1908-1986) es considerado un pionero del modernismo, junto a Raymond Loewy, Charles Eames y Eliot Noyes, y uno de los diseñadores más destacados de Estados Unidos.
Entre sus piezas de diseño industrial más emblemáticas del siglo XX figuran el reloj de bolas, el sofá sling y la lámpara de burbujas.
Nelson también hizo importantes contribuciones en áreas relacionadas con el diseño de espacios laborales, comerciales y de almacenamiento. También fue un prolífico investigador y teórico del diseño, más allá de su innata creatividad y vocación por hacer y crear sus propios objetos de diseño.
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