Lo llevó adelante el estudio de diseño Masquespacio, que intervino un edificio de 1850 metros. Cada decisión buscó potenciar las áreas comunes compartidas y hacer uso del color como recurso.
El estudio español Masquespacio terminó el interiorismo de esta residencia de estudiantes en Bilbao, enfocándose en lograr generar sentimientos de comunidad entre los jóvenes a través de los bloques de color.
Se trata de un diseño de planta abierta en un edificio de 1.850 metros cuadrados, que cuenta con habitaciones para 351 residentes y ofrece espacios para estudiar, socializar, reunirse y cenar.
Después de una primera investigación, se definió que las diferentes zonas de Resa se conecten entre sí. Por encima de algunos espacios (como las salas de estudio) se incluyen paredes de vidrio flexible que se pueden cerrar para mantener la sala en silencio u organizar eventos ajenos a los otros espacios en un momento dado.
El proyecto comenzó con una definición clara para buscar soluciones creativas. que podría adaptarse a un presupuesto limitado.
Por eso, el estudio Masquespacio se involucró en la fase inicial de construcción del edificio, seleccionando los acabados de las paredes como los ladrillos originales y los pisos de concreto para evitar la instalación de materiales adicionales, junto a la decisión de mantener todas las tuberías a la vista.
El amarillo apagado cubre el techo sobre la cocina abierta, mientras que los azulejos de lavanda se utilizan como protector contra salpicaduras.
La estética muestra un look contemporáneo e industrial con un toque de color que transforma a la residencia en un lugar vivo y alegre.
Con la técnica del color block los diseñadores obtuvieron un fuerte impacto visual para el espacio y al mismo tiempo pudieron crear una clara distinción entre cada zona en este espacio abierto
En la terraza se volvió a utilizar el color tanto para el pavimento como para las paredes.
Los muebles contribuyen a crear contraste.
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