Fábrica de estampas es el proyecto de dos artistas que buscan transmitir en imágenes distintas problemáticas del mundo y rescatar saberes. Pensar haciendo y la relación con los materiales y las técnicas es para ellas muy importante.
Delfina Estrada y Victoria Volpini, además de estudiar juntas (Bellas Artes en el IUNA), solían pasar mucho tiempo pintando, en espacios que se convertían en espacios creativos. Un garage llegó a oficiar de taller. Sacaban el auto y volvían a entrarlo.
Usaban la prensa calcográfica. Se equivocaban bastante, recuerdan ahora (casi diez años después del nacimiento de su proyecto) pero ensayando fueron aprendiendo y activando varias iniciativas a la vez.
Por esos días, en plena cuarentena, están armando un publicación sobre plantas que atraen mariposas, un abecedario para niñas y niños sobre historias verdaderas de perros: ambas ilustradas con xilografías.
El grabado les gustó siempre porque tiene la particularidad de ser "obra original múltiple". Lo cuentan desde su taller actual, en una esquina del barrio de Coghlan, donde prueban distintas técnicas y materiales.
Para las matrices de la xilografía usan MDFE: un material accesible les resulta lo suficientemente blando como para tallar directo con la gubia sin tener que trazar con faca y también duro para que en la linea tallada se vea la resistencia del material y la fuerza del gesto. Las técnicas de aguafuerte y puntaseca les permiten lograr lineas finas, imágenes muy atmosféricas impresas en papeles de algodón.
"Pero lo que le dio un giro muy importante al proyecto fue trabajar con linoleo y madera, haciendo xilografia. Esta técnica nos permitió salir del taller con una prensa chiquita y hacer talleres en barrios, escuelas, comedores y poder trabajar con otras comunidades. Se imprime mas rápido que con los metales , es mas económico el papel y mas fácil de trabajar la matriz", comparte Delfina.
Tambien experimentan mucho con materiales como goma eva, cartón y acetato.
¿Qué tratan de que transmitan sus piezas?
Delfina: nos interesa trabajar con saberes que creemos tienen mucho valor para este tiempo. La comunidad wichi, por ejemplo, le da a sus plantas usos medicinales que son muy valorables. También nos interesa visibilizar problemáticas no tan conocidas o encontrar la manera de darle una imagen a lo que no lo tiene.
Victoria: creo que las todas las estampas que hacemos, además de ilustrar ideas y trasmitir conocimientos, llevan implícita esta idea del amor por el oficio del grabado. Nos inspira la historia del grabado, en especial en Latinoamérica. La tradición, por eso, también está presente en nuestras estampas.
Tratamos de que todas las experiencias sean enriquecedoras. Hace hace dos años armamos un taller de grabado en un centro de tratamiento de adicciones y hace poco inauguramos una muestra en el Teatro San Martín. Los grabados que expusimos fueron el resultado de talleres que hicimos con mujeres de distintos territorios, en los que el tema era su relación con las plantas. Una comunidad de mujeres paraguayas de José Leóon Suárez escribió sobre el uso medicinal de las plantas y anécdotas de su país natal. Queremos hacer girar esa muestra por distintos lugares del país.
¿Cuál dirían que es la esencia del proyecto?
Delfina: trabajar de manera autogestiva, armando redes con otros proyectos y uniendo distintos territorios. Que la grafica sea una herramienta para contenidos e historias que circulan en el relato oral. Al trabajar con las imágenes surge un dialogo, un intercambio permanente
Siempre nos impulsó aquello que creemos que puede aportar a que el mundo sea un lugar mejor: donde la relación con la naturaleza, la economía, los vínculos sean a través del cuidado. Trabajamos la imagen con los temas que van apareciendo.
¿Cómo es el proceso creativo?
Victoria: a veces comienza con una tema que alguna de nosotras le interesa. Lo charlamos, investigamos, le damos vueltas. A veces estamos años hablando de un tema sin hacer ninguna imagen y de repente un día arrancamos a tallar. Por lo general no hacemos bocetos, dibujamos un par de lineas antes sobre la madera para guiarnos. Dibujamos juntas o una dibuja y la otra talla (que es como redibujar la imagen).
En otros momentos, el proceso surge con un material o con una técnica. Descubrimos algo en una ferretería o en Once y llevamos al taller. Empezamos a hacer pruebas con los materiales en la prensa, viendo hasta donde llega, aprendiendo sus particularidades y descubriendo qué imágenes nos permite hacer. Para nosotras es importante el vinculo con los materiales y las herramientas: pensar haciendo.
¿Y cuál es la parte más compleja del proyecto?
Delfina: organizarnos para poder pagar los gastos de alquiler, cuentas y materiales que necesitamos para sostenernos y poder, a la vez, tener un resto para vivir nosotras. Pero vale mucho la pena. Vivimos de lo que nos gusta y nos permite conocer personas en el camino de las cuales aprendemos muchísimo y nos guían también.
La motivación siempre está ahí: cuando las estampas salen de la prensa, cuando alguna persona a la que le damos clases hace algo que lo sorprende y maravilla. O descubre algo propio que no conocía. Las imágenes generan nuevos pensamientos, hacen que las ideas se reproduzcan y expandan.