Hasta febrero se puede ver la obra monumental de este escultor consagrado como uno de los más destacados de la artística contemporánea.
"Para crear un arte nuevo, debes crear un nuevo espacio… (ser) muy activo, encontrarte en varios estados de
transformación", dijo alguna vez Anish Kapoor. Dramático, incierto, el artista coloca al público en un terreno incómodo, escribió Marcello Dantas, el curador la muestra dedicada al reconocido y multipremiado escultor británico, nacido en India y radicado en Londres.
"Surge", la actual exposición en Fundación PROA, cuenta con el apoyo de la Embajada Británica en Argentina y es una selección de obras que van desde 1992 hasta la actualidad. Abarca la producción del artista y una amplia diversidad de materiales utilizados, como la cera, la piedra, el pigmento y el acero.
Kappor juega con dualidades opuestas –interior/exterior, presencia/ausencia, masculino/femenino— y con la percepción de las formas.
En Dragón, trabaja con piedra caliza y diferentes pigmentos. Se trata de una instalación hecha de ocho piedras de lecho
de río, chinas, pintadas con un pigmento de color azul profundo. En este trabajo, el vacío se invierte y se produce una transformación perceptiva de la materia. Su superficie, a diferencia de su interior, se ha vuelto etérea. El peso masivo de las piedras se percibe flotando debido a su apariencia transformada.
El pigmento amplifica la superficie de la piedra y al mismo tiempo la borra. De diversas maneras las piezas con pigmento proponen, en la trayectoria de Kapoor, no solo un problema de materia y forma, sino principalmente una cuestión de identidad: para el artista no debería ser importante si su origen es indio o británico, judío o budista, o hasta que punto el azul de obras alude a Yves Klein o al dios Krishna.
“Me gusta el hecho de que el espectador esté implicado en el acto de mirar. Me interesa la idea
Anish Kapoor
de que una obra de arte pueda decir: ‘Vamos, ven aquí. Puedo involucrarte profundamente y mi
espacio se infiltra en el tuyo’”
Svayambhu es una estructura hecha de cera roja que está en permanente movimiento, construyendo su propio cuerpo.
En sánscrito, Svayambhu significa auto-creado. Un objeto de auto-creación que busca la fricción entre su forma y la
arquitectura que lo rodea, esculpiendo su camino a través del estrecho pasaje, sacando su forma y dejando residuos
como evidencia de su fuerza. Es la manifestación más profunda del comienzo y también una construcción del viaje inicial. Para convertirnos, debemos transitar por este pasadizo. Este objeto se niega a alcanzar el estatus de objeto definitivo en su constante transformación.
"Uso mucho el rojo. Es cierto que en la cultura india el rojo es una cosa poderosa; es el color que
usa la novia; está asociado con lo matriarcal, que es central en la psicología india. Así que puedo
ver lo que me lleva culturalmente, pero hay más.”Anish Kapoor
Shooting into the Corner II (Disparando en la esquina) muestra el rojo y la naturaleza transformadora de la sustancia. El uso de la sangre en los rituales es tan antiguo como los rituales mismos. Crear situaciones y explorar materiales para simular el poder de la sangre son intereses recurrentes para artista; como el color, que funciona como una ruta directa a la metáfora. Según Kapoor, las esquinas evocan lo femenino, un lugar de intersección donde la vertical se encuentra con la horizontal, la izquierda con la derecha, convergencia y divergencia.
Lugares estructurales de protección, al mismo tiempo un espacio de vulnerabilidad, donde el arma es claramente un ícono masculino. Disparar es el surgimiento de la potencia, la explosión de energía que rompe el código de estabilidad. El cañón violento y sublevado, que interrumpe de vez en cuando la pasividad del rincón receptor. Esta acción puede evocar múltiples interpretaciones, pero un elemento muy importante de esta obra es su condición de presente. No es una evidencia de algo que está en el pasado; en realidad, está sucediendo mientras el espectador está presente.
Cuando estoy gestando. De fibra de vidrio, madera y pintura. La intención de Anish Kapoor no está basada en el “hacer”, sino más bien en una forma de trascender, de llevar al observador frente a un objeto que se percibe como si no estuviera acabado, y que esta surgiendo y creándose frente a sus ojos. Consiste esta obra en una esfera que sobresale de la pared unos 45 centímetros, la idea es que esta forma pueda desaparecer en algunos de los ángulos de su visualización,
para lo cual la forma emerge de modo tenue en todas sus direcciones, mezclándose con la pared.
Al mirar la obra de frente pareciera que una falla en la pared, luego al moverse en la perspectiva, comienza a aparecer la
forma en una aparente evolución de la misma a medida que se recorre.
“Vivimos en un tiempo donde nuestros públicos no son libres de interpretar el arte, ya que es muy
Anish Kapoor
común que antes de que lo puedan hacer, el arte ya haya sido interpretado para ellos.”