Si no existe, invéntalo. Y si existe (y no se consigue) ¡hacelo vos misma! Eso es lo que hizo Inés Carena, cuando en 2018 le encargó a su marido que le trajera como souvenir del Mundial de Rusia una cartera artesanal de Zara que la enamoró a primera vista.
“Parecía de yute y rafia, acá no había”, recuerda a Puro Diseño desde Mendoza.
Tras varias videollamadas y un largo camino de Moscú a Mendoza capital, la preciada pieza llegó hasta Inés, que una vez con la cartera colgada en la puerta de su habitación, pensó: “¿Por que había que ir a comprarla tan lejos cuando es algo que se puede hacer?”.
Aquella pregunta fue el principio de Farfalla (@farfalla.mdz en Instagram), su proyecto de diseño y moda que comenzó como un deseo, con un idea y algo de yute.
“Empecé a probar con el material, hasta que llegué a hacer una cartera, redonda y de yute, y después otra que le regalé a una amiga a la que le encantó, incluso más que la que había comprado en Rusia”, cuenta orgullosa esta ex maestra jardinera actualmente verificadora de ANSES.
“Cuando empecé a tener problemas de cuerdas vocales no pude seguir en la docencia, y ahí surgió lo de ANSES. Es un trabajo social que me encantó, pero inhibe la creatividad. Por eso fue tan importante conectar con lo que me gusta”, asegura Inés.
Casada con tres hijos, cuenta que una vez que tuvo sus primeras piezas terminadas y con la ayuda de otras dos amigas -una creativa y la otra experta en finanzas- comenzó a fabricar para vender.
“Ellas me fueron empujando a armar página y hacer publicidad; empecé por el barrio y después fui ampliando en la medida en que fui moviendo Instagram”, recuerda.
Mirá más detalles de las piezas de Farfalla
Y desde entonces trabaja a demanda. “Siempre le di valor a que algo mío estuviera en una casa, desde una cartera a un individual sobre la mesa. No hago nada en serie ni buscaría aliados para industrializar lo que hago porque me da placer tejer. Me encanta transformar, y que un ovillo sobre la mesa al rato sea algo”.
Así es el proceso creativo de un producto de Farfalla que emplea el yute como material natural.
¿Por qué Farfalla? “En italiano significa mariposa -cuenta Inés- Tiene que ver con la estética de las mariposa y su vuelo”.
Dice que tuvo el nombre mucho antes que el emprendimiento que empezó con la emblemática cartera redonda de yute, repetida una y cientos de veces, siempre con la misma base, pero nunca una igual a otra.
“El tamaño varía, y le pongo algunos arreglos y colgantes que siempre son diferentes”, asegura Inés, que se autodefine como una acuariana que “se aburre rápido de las cosas” y que, por eso, tras las carteras, llegaron individuales, bolsos tejidos, paneras, organizadores, posavasos, canastos para portamacetas y más carteras hechas a mano como la original.
“Siempre con yute y algodón natural y algo de rafia”, enumera Inés sus preciadas materias primas. Y agrega que ahora sumó al proyecto a una compañera de trabajo –“otra apasionada del tejido como yo”, la presenta- con la que cocrearon una cápsula llamada “Corralón” a través de la que está presentando una línea que incluye bolsos de arpillera engomada y pantallas para lámparas de yute o de algodón.
Objetos de "Corralón" de Farfalla
Instagram sigue siendo su vidriera, y su casa, su taller. “Tenemos en la parte de atrás un quincho donde trabajo en la época más cálida, desparramando todos mis materiales y sin molestar. Pero mi lugar preferido es la cocina -confiesa Inés- Cuando los tejidos están sobre la mesa de la cocina, las tardes son solo para eso. Y paso horas haciendo varias cosas empezadas a las vez, según los pedidos que tenga y para regalar”.
La cocina del hogar es también “la cocina de Farfalla” en la que experimenta con teñidos naturales. “Me encanta el color de la remolacha en el yute, pruebo qué color me dan las cáscaras de palta y voy buscando cosas distintas todos los días”.
Inés Carena recuerda a su madre como su genia del oficio inspiradora y señala a su hija, María Paz, como su “motorcito” que la impulsa en sus proyectos.
Se identifica como una autodidacta, muy fan de Pinterest, plataforma fue abandonando porque atentaba contra su creatividad. “Me empecé a dar cuenta que me llevaba a copiar y a no ser creativa. Ahora miro específicamente tutoriales sobre cómo teñir, cómo usar nuevos materiales, cómo funcionan las manijas y otras técnicas. Pero soy muy respetuosa de no copiar y siempre quise encontrar mi propia personalidad”.
Para ella, los pilares de un producto de Farfalla son: “que sea noble, lo más natural posible, que perduren, que estéticamente sean lindos, y es muy importante que sea algo exclusivo, pero no desde el lujo sino desde lo único, porque es algo que nació de mis manos, mi tiempo y mi pasión”.
Más información: purodiseno.lat