Todos hablan de su trabajo en la construcción del mundo visual de El Eternauta. Ahora hablan ellos -María Battaglia y Julián Romera, directora y director de arte de la serie creada y dirigida por Bruno Stagnaro- sobre cómo lo hicieron.
Y en una charla de preguntas y respuestas, comentarios y anécdotas apiladas, como un auto arriba de otro auto, hasta hacer una muralla… revelaron 9 reglas para hacer la dirección de arte de una ficción “imposible”.
Maria Battaglia y Julián Romera: directora de arte y director de arte de El Eternauta

Regla #1. El sistema de compañeros. María Battaglia comenzó a trabajar en el desarrollo de El Eternauta a mediados de 2021, cuando junto con Bruno Stagnaro, empezó a definir el lenguaje y estética visual de su adaptación de la novela gráfica de culto de Héctor G. Oesterheld, ilustrada por Francisco Solano López.
Esta misión, además de la búsqueda de locaciones y la resolución de entornos para filmar las escenas, fue compartida junto con Julián Romera, a partir de la etapa de desarrollo de El Eternauta, en enero de 2022.
María y Julián se conocían apenas de nombre, como colegas; de cruzarse en productoras… No se conocían, hasta que se conocieron y empezaron a trabajar, y fueron dupla.
“No sé si fue una dupla o dos personas pensando lo mismo, todo el tiempo -reflexiona María Battaglia- Fue más un doble comando. En una dupla, uno se encarga de una cosa, y el otro de la otra. Pero nosotros estuvimos todo el tiempo sobre lo mismo”.

“… en la trinchera -agrega Julián Romera- Encontramos ese método sin darnos cuenta. Los dos teníamos que saber todo, y a Bruno le gustaba esa manera”.
María Battaglia es diseñadora y directora de arte audiovisual. Estudió Diseño de Imagen y Sonido en la UBA, y se desempeñó en el departamento de arte de producciones cinematográficas, series, campañas publicitarias y videoclips.
Es “la directora de arte” de Bruno Stagnaro desde Impostores (2009), y en las dos temporadas de Un Gallo para Esculapio.
Julián Romera estudió Diseño Industrial en la UBA, y desde el 2000 trabaja como Director de Arte en publicidad y cine, incluyendo producciones del realizador Alejandro Agresti.


Antes de su primer encuentro, cada uno había leído los guiones -de Bruno Stagnaro y Ariel Staltari- y compartían un mismo interrogante: “¿Cómo abordamos esto?”.
Lo hicieron cada uno con su mirada y experiencia. Juntos. “El la luz, yo los interiores -reparte como cartas María- Íbamos mezclando lo que cada uno traía, y así abarcábamos mucho más”.
Y Julián remarca: “Nos dimos cuenta de que no había otra manera por la magnitud del proyecto y por el volumen de trabajo. Así y todo dormíamos muy poco. Antes del rodaje, en nuestra oficinita, y en la calle, en el momento de filmar… Había que estar siempre” (mientras la nieve caía sobre ellos también).
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Regla #2: No seas un héroe (individual). Lo dijo EL, Héctor Germán Oesterheld: “El héroe verdadero de El Eternauta es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir íntimo: el único héroe válido es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo”.
Lo dicen ELLOS, que hablan sobre lo que hicieron mencionando siempre a los que lo hicieron con ellos: casi 40 personas, y la colaboración de muchos artistas, ilustradores, carpinteros, herreros, pintores, artesanos, paisajistas, diseñadores industriales, biólogos, radioaficionados, ferroviarios, bomberos…
“El cine es un arte colaborativo, la construcción del arte es colectivo, y este proyecto es un gran exponente de esa idea de heterogeneidad -resalta María Battaglia- Había que acomodarse, incluir todas las voces diferentes de tantas disciplinas, y establecer un diálogo, soltando patrones, pensamientos y conceptos de cada uno”.

“Fue una construcción colectiva desde cero -describe Julián Romera- Y había una interacción que había que sostener, empezando por Bruno, a quien le gusta lo colectivo, compartir el guión y tener opiniones distintas”.
“La mirada de tanta gente sobre lo mismo ayudó a construir una gran trama”, concluye María.
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Regla #3: Revisa de qué se trata. ¿Y si nos volvemos a preguntar qué es la Dirección de Arte? “Ayudamos a crear y construir el mundo que el director tiene en su cabeza y en el guión -explica María- Le acercás los materiales, el mundo visual, y lo vamos diseñando. Es un proceso de diseño”.
“La dirección de arte tiene que ver con todo lo visual, y en ese sentido es un área muy abarcativa porque tenemos diálogo con fotografía, vestuario, efectos especiales… Por eso tiene que dialogar con un montón de áreas, y es la más interdisciplinaria de las áreas”.
Regla #4: En caso de duda, siempre vuelve a ver el cómic. “Hacer El Eternauta fue complejo porque venía con la carga del cómic”, advierte María Battaglia, que cuenta que en su adolescencia leyó -nunca completo- El Eternauta, y que en la época de la facultad se reencontró con “lo otro”, dice sobre el significado más amplio de la novela gráfica.
“!Nunca me pareció que fuera algo que se pudiera hacer!”, resalta. Pero se hizo. Y ella lo hizo.

Por su parte, Julián Romera afirma que El Eternauta siempre estuvo en su casa y que lo siguió en todas las etapas de su vida.
Ambos coinciden que el cómic original -publicado por primera vez en 1957- fue una gran referencia. “Busca transmitir lo mismo que nosotros”, dicen. Y confiesan: “Cuando había alguna duda con respecto a cómo abordar o mostrar alguna cosa, el cómic siempre te daba alguna guía y la solución”.
“Nos parecía importante que lo identificaras y que hicieras un lazo emocional”, afirma la directora de arte, y el director de arte también: “Muchas veces en una serie o en una película se hace un storyboard. Nosotros en la oficina teníamos pegados cuadritos, encuadres y cosas que ya estaban dibujadas, hasta las posiciones de los bichos. ¡Ese era el story!”.
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Regla #5: Disfruta las pequeñas cosas. María y Julián no recuerdan lo primero que se dijeron en su primera reunión de trabajo. Pero saben lo que hicieron:“Empezamos a agarrarnos de lo que teníamos -recuerda María- Teníamos el Capítulo Uno que empieza en la casa de Favalli, y empezamos… Cómo es la casa, el garage, el sótano…”.
Regla #6: Es real, no una fantasía. “Teníamos claro que teníamos un director con una impronta, una obra y un camino, al que le importaba tener como protagonistas una ciudad -caótica y heterogénea- y personajes y personas comunes, creíbles, con quienes identificarse. Ese fue un gran eje”.
“Sabíamos que no teníamos que endulzar nada -enfatiza Julíán Romera, director de arte de El Eternauta- Lo que Bruno quiere contar es la realidad. Una frase de él es ´Todo real´, y no había que embellecer nada. Solo había que prestar atención”.

María recuerda lo que está escrito y dibujado en la historieta: “la nieve tóxica, la ausencia de luz, muertos y desolación… Un gran eje fue no irse hacia el embellecimiento. Bruno piensa en sensaciones y emociones humanas antes que en imágenes. Lo fantástico empieza después y de a poquito”.
Regla #7: Revisa el espacio, y camina. “Bruno (Stagnaro) reescribía a partir de lo que se encontraba en el set y de lo que habíamos construido -cuenta Julián- Bruno llega al set, va descubriendo y empieza a dar vueltas sobre lo que va a hacer a lo largo de caminatas…”
“… ¡las caminatas matutinas! -levanta la voz María- Todo los días llegaba Bruno y éramos veinte personas caminando atrás de él”.
“Lo que se escribió en los papeles, se fue armando según la realidad y la necesidad”. (Julián Romera).
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Regla #8: arte arte arte! (y dirección) . El paisaje urbano de la ciudad de Buenos Aires (lo conocido) bajo una tormenta de nieve tan blanca como oscura (lo desconocido).
“Teníamos que reflejar este mundo y agregarle los elementos del relato de ciencia ficción”, cuentan los directores creativos de El Eternauta que para crear la nieve investigaron en la ficción, en el arte, la fotografía y en los documentales
La nieve, “los cascarudos” (*) y la muralla de coches son, para el team arte de El Eternauta, su Top3. Y la mención especial va para “la narrativa dentro de la Iglesia San Pedro Telmo”.
“La muralla es uno de los hitos de El Eternauta -afirma Julián- Fue concebida en una mesa grande con 25 personas, desde el director hasta los proveedores de los autos y el operador de grúas, como un resumen de lo que fue El Eternauta: díalogo e interlocución”.

(*) Durante la charla con Puro Diseño María Battaglia reveló que en el proceso de diseño del temible bicho de referencia, hubo una versión alfa a la que apodaron amorosamente “vaquita de San Antonio” por su fallida apariencia.
Desde 2024 hasta febrero de 2025, María Battaglia trabajó en la postproducción, diseñando y supervisando el desarrollo de fondos, entornos y efectos visuales, lo que la convirtió en una directora de arte en postproducción, un rol poco común en el ámbito audiovisual, especialmente en Latinoamérica.
Regla #9: No pierdas el entusiasmo… Ni la alegría de haberlo hecho. Así es como los encontramos a María Battaglia y a Julián Romera, después de haberlo dado todo, antes, durante las 148 jornadas de rodaje y después… “Había una mística, un orgullo, algo distinto”, aseguran.
Fotos: Christian Beliera / gentileza María Battaglia.
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