Y un día las columnas del Grand Palais de París hablaron… La voz fue de la artista colombiana Diana Velásquez que adoptó como temática de su intervención urbana la pandemia del coronavirus y las circunstancias de la crisis sanitaria desató en todo el mundo.
Así, en el frente del mítico edificio de la avenida Winston Churchill de París, “La espera” -el título de la obra de Diana Velásquez- se desarrolla a través de 10 paneles de 5 metros de alto por 2 metros de ancho cada una.
Son diez imágenes “de espera” que representan una fila de personas, especialmente mayores, en distancia social y que permanecerán en la fachada del Grand Palais -un edificio del 1900- hasta el 15 de febrero próximo.
Se trata de una reflexión sobre lo que provocó el Covid-19 especialmente en la franja etaria más vulnerable, el principal grupo de riesgo ante el virus, y también el que más sufrió el aislamiento y la soledad que este produjo.
“La obra quiere concienciar sobre las esperas que ha originado esta pandemia, especialmente para las personas mayores, pero también para los que lo han perdido todo”, contó sobre su obra la artista colombiana.
Diana Velásquez tiene 42 años y reside en Madrid, España, donde hizo una maestría en Teoría y Práctica de las Artes Plásticas Contemporáneas.
En su perfomance “La espera” dibujó a diez personas en la misma cantidad de situaciones de espera, en supermercados, centros de salud y comedores comunitarios. Todas ocupando las columnas del Grand Palais que, tras una breve reapertura, está otra vez cerrado por una nueva cuarentena parcial en París.
“Quise reflexionar sobre la espera como un fenómeno, no solo para buscar un servicio sino para hacer valer un derecho que se supone que tenemos adquirido”, enfatizó Velásquez que contó que las personas en fila que forman parte de su obra son mujeres y hombres reales dibujados a partir de fotos que tomó en Bogotá, Buenos Aires y Madrid durante la pandemia.
Un dato: Diana Velásquez es la primera mujer colombiana que expone de manera individual en el Grand Palais. Y antes de ella sólo lo hizo el célebre artista Fernando Botero, en 1992.