Recientemente, la diseñadora holandesa recordó en su cuenta en Instagram su genial colaboración con el escultor cinético norteamericano. Así se hizo el increíble “Infinity Dress”.
La fusión de moda y arte nunca llegó tan lejos, tan alto, ni volvió a brillar como ocurrió cuando Iris Van Herpen conoció a Anthony Howe.
La diseñadora de moda holandesa convocó al artista cinético norteamericano para crear un desfile que quedará en la historia por su manera de exhibir un nuevo modo de hacer alta costura, usando la tecnología desde el instante 0 del proceso creativo.
El modelo “Infinity Dress” resultó la máxima expresión de una colección que presentó vestidos en permanente movimiento y cambio. Literal.
Un mini vestido, de color blanco y con escote en forma de corazón; elegante, femenino y glamoroso.
El dato de diseño diferencial del “Infinity Dress” de Iris Van Herpen es su confección basada en las plumas. Y sobre ella, el artista Anthony Howe aplicó una “armadura” que gira sobre su propio eje. Y el efecto es hipnótico y encantador.
El vestido que deslumbró sobre la pasarela se desarrolló durante cuatro meses en el taller de Van Herpen antes de ser la estrella de la línea otoño/invierno 2019 llamada “Hipnosis”. Más acertado el nombre, imposible.
La diseñadora holandesa creó su colección de alta costura a la medida del trabajo del reconocido escultor cinético estadounidense Anthony Howe, reconocido por sus obras e instalaciones que cobran vida a través de la energía eólica.
“Su obra inspiró la colección -aseguró Iris Van Herpen- Utiliza el viento como base de sus esculturas y hace creaciones cinéticas; de hecho la mayoría de sus esculturas están hechas para el exterior”.
Recientemente, Iris Van Herpen propuso a sus seguidores en Instagram un flashback para volver a ver su “Infinity Dress” (Vestido infinito) hecho en colaboración con el artista Anthony Howe (@Anthony.Howe.Art).
“El vestido está diseñado a partir de un mecanismo extremadamente fino que está acabado a mano con capas de plumas que vuelan cíclicamente alrededor de su propio centro infinitamente”, explicó.
Cientos de alas fueron soldadas a mano por Anthony Howe con un soldador de joyería, para luego ensamblarlas en cuatro ejes curvos que se funden en un corsé de fibra de vidrio epoxi.
“El mecanismo de relojería 'esquelético' del vestido está bordado con finas capas de plumas blancas, para interactuar delicadamente con el viento”, concluyó la diseñadora neerlandesa que cocreó con el artista un mini vestido con capas de plumas que vuelan cíclicamente alrededor de su propio centro… infinitamente.
Y agregó: “Es una visualización hipnótica del tapiz de la naturaleza, los ciclos simbióticos de nuestra biosfera que entretejen el aire, la tierra y los océanos. También refleja la continua disección de los ritmos de la vida y resuena con la fragilidad dentro de estos mundos interconectados”.
El “Infinity Dress” se realizó combinando distintas técnicas, como el corte láser, la impresión 3D y la técnica japonesa del tintado suminagashi. Y fue la obra maestra del más memorable desfile de Iris Van Herpen durante la Semana de la Moda en París.
En 2022, en Semana de la Alta Costura de París, Van Herpen presentó un fabuloso vestido vegano de cacao junto con la marca de helados Magnum.
Y el resultado es simplemente magnífico: una obra de arte que, sin embargo, no sacrifica estilo y funcionalidad.
Nacido en Salt Lake City, Utah, Anthony Howe asistió a la Escuela Taft en Watertown, Connecticut, tras mudarse ocho veces de costa a costa de Estados Unidos. Fue a la Universidad de Cornell y a la Escuela de Escultura y Pintura Skowhegan.
En la cima de una montaña, en la zona rural de New Hampshire, Howe construyó una casa de postes y vigas con madera del lugar junto con su hermano Patrick. Allí pintó acuarelas y realizó varias exposiciones individuales en Boston.
Más adelante, se mudó a Nueva York donde trabajó montando estanterías de acero para el almacenamiento de registros de oficina. Y así descubrió y adoptó el metal como nuevo medio y material para la exploración artística.
Luego, recordó su fascinación por el viento durante su vida rural, y de esa fusión de intereses surgió la realización de las primeras esculturas de viento cinético de Anthony Howe.
A mediados de la década de 1990, Anthony ya era el anfitrión de un fascinante parque de esculturas.
Actualmente, el artista vive en Orcas Island, Washington, y desde ahí -junto con su esposa y socia Lynne- vende obras a colecciones privadas de Medio Oriente, Europa y Estados Unidos.
Howe exhibió en palacios, parques de esculturas y en la vidriera navideña de Barneys en Manhattan. Diseñó los calderos para los Juegos Olímpicos de Río y recientemente su obra “Lucea” sirvió de telón de fondo a Auli'i Cravalho cantando "How Far I'll Go" en la 49ª Ceremonia de los Premios de la Academia.
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