Es diseñadora gráfica y artista plástica, y de la mano de su proyecto Tarro Cerámica hace piezas de gres. Así lo cuenta en la Semana del Diseño.
No fue una página en blanco sino una pasta blanca la materia en la que Leticia Churba empezó a crear su nuevo proyecto: Tarro Cerámica.
Diseñadora gráfica egresada de la UBA y artista plástica desde los 15 años, con paso por diversos talleres de artistas de renombre y muestras colectivas e individuales, Leticia Churba (46) es reconocida sobre todo por la marca de accesorios de moda Perfectos Dragones.
“Fue una de las mejores experiencias y desarrollos de mi vida profesional. Fue parte de mi vida y aprendí a ser empresaria -recuerda a Puro Diseño su emprendimiento que empezó en 2002 y terminó este año- Aprendí no solo a diseñar sino también entender que un producto requiere de otras cuestiones que también hay que aprender, como producción, fabricación, desarrollo, planificación de la parte económica y comercial, incluso exportaciones, entre otro montón de cosas que exceden al diseño”.
Con Tarro Cerámica, en cambio, un proyecto que nació en 2020 -durante la pandemia y cuarentena- Leticia Churba elige presentarse exclusivamente como ceramista, y mezclando dos aristas que conforman su parte profesional: el diseño y el arte.
“Es la mejor expresión que pude encontrar para fusionar estas dos actividades -asegura- Cada pieza de Tarro es la mixtura de estas dos visiones. Son piezas hechas a mano de una manera absolutamente artesanal, pero con una mirada desde el diseño; no tanto desde la parte proyectual, pero si en cuanto a la estética, las terminaciones y la calidad. Y con una vuelta más moderna sobre lo que es la cerámica”.
“Y sobre todo siento un disfrute muy profundo del hacer con mis propias manos y ofrecer un producto diferente en el mundo de la cerámica. Un objeto hecho a mano pero con diseño”.
Leticia Churba agrega otra intención clave de Tarro Cerámica. “Es un proyecto que tiene que ver con bajar 20 cambios. En Perfectos Dragones diseñaba, desarrollaba, producía y comercializaba… Así durante 20 años. Y en este nuevo proyecto la intención es claramente otra, y tiene que ver con el disfrute y con otros tiempos, los de la cerámica y también los míos”.
El nombre Tarro proviene de su búsqueda de una identidad fuerte, y por otro lado remite a la abuela de Leticia que usaba mucho ese término para referirse a su suerte en el juego. “Me pareció una linda significación para la marca que me acompañe mi abuela en esta suerte”, expresa.
Los productos que hace en Tarro son básicamente utilitarios. “Me gusta la pieza que cumple una función; no me atrae tanto el objeto decorativo”, afirma.
Y cuenta que hoy está muy enfocada en lo que tiene que ver con la mesa y la casa. “Trabajo con gres, una cerámica de alta temperatura, que tiene gran resistencia y es menos porosa, una cualidad muy buscada en gastronomía”.
Su proceso creativo es infinito, asegura. “La evolución de los productos es constante. Es un proceso de muchos pasos, de mucha paciencia, y experimentación. Uno empieza en un lugar y hasta que llega al punto final, en el medio surgieron cosas nuevas”.
Y el punto de partida cuenta que puede surgir de dos formas. “Muchas veces se me ocurre alguna situación y la pruebo, ya con una idea más definida sobre lo que quiero hacer. Y también me encanta desarrollar piezas a pedido. Un requerimiento de alguien me dispara también un camino por donde ir, y eso me divierte mucho”.
La experimentación es parte clave de todo el proceso de Tarro Cerámica. “Hoy estoy investigando en formulaciones de pastas y esmaltes propios. Trato de desarrollar mis propias arcillas y distintos tipos de pastas en las que se puede alterar el color y la textura. Y lo mismo hago con los esmaltes… Ver qué pasa entre el esmalte y la pasta es un mundo que no tiene fin. ¡Es espectacular!”, describe entusiasmada.
Leticia Churba modela a mano (usa muy poco el torno), y así crea piezas únicas. “Es lo que más me gusta y me divierte, y con la cual tenés más posibilidades de desarrollo -asegura- Trabajo con todas las herramientas que pueda encontrar, e inventar porque todo sirve a la ahora de crear”.
Antes de irnos de su taller en Vicente López -en proceso de remodelación y embellecimiento- la pregunta es: ¿por qué diseñadora?
“Creo que nunca podría haber sido otra cosa. Nací en una familia en la que el arte, el diseño y la arquitectura fueron siempre parte de nuestra vida, de mi entorno y mi historia. Y nunca jamás se me ocurrió que podría dedicarme a otra cosa. Fue siempre mi vocación y mi deseo”.
Fotos y video: Diego García. Edición de video: Cristian Calvani.
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