Collares y pulseras inmersivas hechas de resina y polietileno integran la última exposición de la diseñadora china Hua Wang.
En Galería All,en Los Angeles, se puede ver parte de esta colección que no deja de ser una invitación a pensar sobre el consumismo imparable que todo lo deglute y la vertiginosidad de los cambios.
La artista, que actualmente vive entre Beijing y Londres y se licenció en la Escuela de Arte y Diseño Central Saint Martins, suele experimentar con cerámica, el dibujo y la pintura.
Pero esta vez se animó a probar un material diferente, como un medio para pensar el mundo y generar nuevas preguntas.
The Unbearable Weight of Cuteness (El insportable peso de la ternura) muestra cómo los objetos rápidamente se vuelven obsoletos y dejan de crear las mismas ilusiones. En sus manos, una cadena cambia de forma y pasa de ser una escultura colgante a una mesa de café.
Otro de los objetos que más llaman la atención es su serie de asientos de resina, en los que provocan los colores estridentes y los distintos tonos en degradé.
Cada pieza pieza de arte, como suele decir su autora, se convierte en una interpretación surrealista del mundo físico imperfecto. Un llamado a no dejar de imaginar para mirar de otra manera.