La firma italiana ratifica su afición ecuestre con una exclusiva línea de sombreros para montar.
Gucci ama el mundo de los caballos. Y lo volvió a ratificar presentando una línea exclusiva de sombreros ecuestres.
El director creativo Alessandro Michele retomó la historia de la casa de moda italiana en la que abundan las referencias a la equitación en sus propuestas y campañas.
Y bajo esa influencia e inspirado por la pasión de Guccio Gucci por los caballos es que ahora la etiqueta presenta un dúo de sombreros para montar súper original y sofisticado.
Con visera reglamentaria con un arnés y un casco, estos elementos funcionales para montar a caballo se elevan al nivel de objeto de diseño y deseo con el estilo de Gucci.
Y si bien están diseñados para su actividad deportiva específica, la apuesta es que atrevidas fashionistas se animen a usarlo fuera de su contexto natural y lo adopten como extravagante y chic accesorio de streetstyle.
En el modelo con más diseño y estilo, la visera está hecha de cuero negro y presenta como pieza singular un tocado hecho de crin que decora la parte superior del casco. Y una correa ajustable se asegura debajo del cuello.
Dato: ninguno de los sombreros Gucci de equitación están identificados con la cotizada marca, más allá de sutiles hebillas con la marca. A cambio, apuesta a su reconocimiento por identidad y calidad del producto. Y que el arnés de la visera hable por sí mismo.
La otra pieza de la colección es un casco confeccionado en terciopelo negro con una correa de barbilla de cuero negro, que incorpora un lazo de grosgrain en la espalda, un forro de viscosa y seda rojo satinado.
El valor de las viseras con arneses de Gucci fabricadas en Gran Bretaña es de 2.900 dólares -la de crin- y 1.750 dólares -el casco- y están disponibles en el sitio web de Gucci.
El año pasado Gucci había presentado “Gucci Of Course A Horse”, una original campaña de moda de primavera 2020 con imágenes coprotagonizadas por modelos y caballos que interactuaban con ellas y los diseños de Gucci en plena calle y en situaciones cotidianas.
La producción realizada en Los Angeles y en el mítico hotel Chateau Marmont con fotografías del cineasta griego Yorgos Lanthimos rendía homenaje al legado ecuestre de la firma, igual que su más reciente lanzamiento de la casa fundada por Guccio Gucci, “el diseñador de los caballos”.
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