A primera vista, llama la atención por su aspecto exterior como el más adorable robot compañero, pero está concebido y programado para ser mucho más que eso.
Doly apunta directo al corazón y a la mente de la nueva y futura generación de niños y niñas nacidos y criados en un mundo de convivencia plena con la robótica.
Así lo indica la startup canadiense de tecnología Limibit que se lanzó en Kickstarter para darle vida a su simpático “buddy bot” llamado Doly.
Es un compañero de escritorio, una plataforma educativa de código abierto, un laboratorio de robótica impulsado por IA. Doly es todo eso y más.
“Al involucrar a los usuarios en la codificación, la robótica y la inteligencia artificial, y al mismo tiempo funcionar como un robot compañero, Doly establece un nuevo estándar”, asegura entusiasmado Levent Erenler, fundador de Limibit.
La startup con sede en Ontario, Canadá presenta a Doly como una “fusión de compañerismo, educación e innovación tecnológica”.
Imposible pasar por alto la mirada de Doly cuando sus ojos saltones apuntan al usuario, con una expresividad que si bien no es la del irresistible Gato con Botas de la saga de Shrek, iguala al efecto de las animaciones similares a emojis.
Así, además de su cara y gestos bonitos, Doly pueden mostrar información dura y precisa, como informes meteorológicos o servir como un reloj digital.
Doly es un “robot de escritorio” que viene con su propia personalidad programada que se desarrolla y evoluciona a medida que los usuarios interactúan con él.
Este simpático “robot Tamagotchi” se mueve como un tanque todo terreno, sobre dos orugas, puede levantar uno de sus brazos para “chocar los cinco”, o ambos en señal de celebración y misión cumplida. Cada miembro robótico termina en LED multicolores y un soporte magnético para conectar accesorios.
En cuanto a su desarrollo técnico, Doly stá impulsado por cerebros de procesamiento Raspberry Pi CM4 y una plataforma operativa basada en Linux.
Fue diseñado para ser de código abierto y estar listo para ser personalizado por usuarios de “todas las edades y niveles de habilidad”. Por su parte, los más expertos pueden actualizar la RAM o intercambiar módulos de cómputo.
Entre otras habilidades y aplicaciones, Doly tiene un sistema de reconocimiento de voz que responde al lenguaje natural para el control y la interacción de la voz. Y posee parlantes estéreo de 2 W que permiten respuestas audibles en una variedad de opciones de modelos de voz.
También tiene una cámara integrada de 8 megapíxeles para capturar momentos y permitir a los usuarios mirar el mundo en modo “POV Doly”, desde el punto de vista de Doly, a través de un dispositivo móvil emparejado.
En la estructura de Doly se instalaron sensores táctiles capacitivos en las superficies exteriores, por lo que sabrá cuándo lo están acariciando o empujando; y las animaciones oculares responderán adecuadamente.
También hay disponibles varios puertos de E/S para satisfacer la experimentación de expansión, y el diseño base puede incluso adaptarse utilizando complementos impresos en 3D, como el brazo de grúa, para ampliar sus capacidades.
A esta altura, queda claro que Doly es mucho más que un robot de cara bonita y gestos adorables. Doly funciona como un robot educativo/complementario independiente listo para usar, con procesamiento local de algoritmos de inteligencia artificial para brindar tranquilidad en materia de privacidad. Pero hay una aplicación móvil disponible para inmersiones más profundas y administración de configuraciones.
“Los futuros robóticos pueden ensuciarse las manos con la codificación a través de una interfaz basada en Blockly, aunque también se admiten lenguajes más avanzados como C++ y Python -cuentan sus creadores- Y también se ofrece un kit de desarrollo de software para brindar a los usuarios acceso a datos de sensores, controles, animaciones oculares, controles de conducción, capacidades de inteligencia artificial y más”.
Doly también posee Bluetooth 5.0 y Wi-Fi de doble banda, viene con una unidad de carga que se enrolla y retrocede cuando su batería de 2600 mAh se está agotando y tiene sensores de proximidad para evitar caídas, además de sensores ToF para evitar obstáculos.
También existe la promesa de actualizaciones inalámbricas de por vida del producto sin suscripción y sin costo adicional, y la compañía también está trabajando en la integración de ChatGPT para “abrir un nuevo reino de experiencias interactivas y atractivas”.
Llegó Doly -en realidad, se lanzó por primera vez en Kickstarter en 2022, pero los comentarios de los patrocinadores provocaron un rediseño- y vino para quedarse.