Empezó el mayor evento deportivo del mundo. Quién es el creador de la antorcha de los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Como un faro de esperanza en tiempos difíciles. Es lo que se propuso Tokujin Yoshioka a la hora de crear la antorcha olímpica de Tokio 2020, presentada oficialmente al mundo durante la ceremonia inaugural, en el Estadio Nacional de Tokio.
Hoy, tras recorrer diferentes lugares y ceremonias alrededor de Japón, la llama en el caldero inaugura los Juegos Olímpicos signados por la pandemia.
Es Tokio 2020 en 2021, un año después de lo previsto. Y más que nunca la la Antorcha Olímpica y Paralímpica de Tokio 2020 es un símbolo del torneo que representa y la identidad de su anfitrión.
Así, Tokujin Yoshioka diseñó la antorcha “rosa sakura”, con la forma de la flor de cerezo, la más popular e ícono de Japón, y utilizando parte de aluminio reciclado que se usó para montar los refugios que albergaron a los supervivientes del terremoto y tsunami de 2011 que azotó el país hace una década atrás.
“Es un símbolo de esperanza y recuperación emocional”, dijo de ella Tokujin Yoshioka, y la hizo fusionando cinco llamas individuales en una.
Y para su realización se empleó la misma tecnología de extrusión de aluminio utilizada en la fabricación del emblemático tren bala de Japón.
“La esperanza ilumina nuestro camino” es el lema de la antorcha con los cerezos en flor de Yoshioka.
“Las cinco llamas se unen, y cada pétalo simboliza un deseo de paz y de que el mundo se una como uno”, expresó su creador, un reconocido profesional japonés dedicado al interiorismo y diseño identificado con la creación futurista y la innovación.
“Sus ideas cobran vida entre el cristal, la luz y la delicadeza de quien lleva en su ADN la majestuosidad de la cultura japonesa -indica una referencia biográfica sobre Tokujin Yoshioka, el diseñador de la antorcha de Tokio 2020- Es el hombre que transforma en pieza de culto todo lo que toca y que lleva la delicadeza zen a los ámbitos de la abstracción más espiritual”.
Tokujin Yoshioka revolucionó el diseño japonés a partir de sus creaciones inspiradas en la naturaleza, trasladando su belleza a través de formas orgánicas y curvas.
Sus materiales favoritos son el hierro y cristal, y su misión en cada una de sus obras es sorprender por su invención y técnica.
“Los materiales despiertan los sentidos y estos se convierten en un material más con el que trabajar”, asegura.
“Cuando creo una obra, todas mis experiencias de vida, mi yo japonés, todo se convierte en un elemento para crear”, cuenta de su proceso creativo este diseñador industrial que exhibe influencias de la arquitectura y el arte efímero y aplica su trabajo en formas tan variadas como la moda, la joyería, el arte y el diseño de objetos y muebles.
Sin embargo, advierte: “No estoy interesado en el llamado estilo japonés. La característica más singular de la cultura japonesa no son sus estilos, sino que todos ellos se derivan de la espiritualidad”.
“Apunto a algo que vaya más allá de lo material. Mi creación busca acercase a los sentidos humanos y resaltar la importancia de estos en el diseño y la arquitectura”.
“En 2015, visité la prefectura de Fukushima e hice un taller de dibujo con niños de la zona afectada por el desastre como ayuda para la reconstrucción -contó el diseñador- Las flores de cerezo que dibujaron eran todas vibrantes, como si simbolizaran el espíritu de las personas que dan pasos hacia la reconstrucción y proyectan esperanzas para el futuro. Esa experiencia me inspiró a diseñar esta antorcha”.
Y sigue: “Lo que diseñé no es simplemente la forma del cuerpo de la antorcha, sino lo más importante, la forma de la llama. Cinco llamas separadas emergen de los pétalos de las flores y se unen como una en el centro de la antorcha, y se convierte en una llama de sakura como símbolo de paz”.
Tokujin Yoshioka también diseñó la linterna del relevo de la antorcha olímpica que se utiliza para transportar la llama encendida desde Grecia al país anfitrión.
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