Tras el éxito viral de las imágenes de los clásicos muñecos intervenidos por costumbres y personajes íconos argentinos, sus creadores cuentan a Puro Diseño como sigue el proyecto que ya es pasión de multitudes.
Che Playmobil. Así se llama el proyecto destinado a generar una plataforma virtual de archivos 3D de descarga gratuita para hacer “un Playmobil argentino”, con personajes, kits y accesorios que representen costumbres de la cultura popular argentina y porteña en la forma de esos muñecos universales.
¿Qué pasaría si el ícono global de varias generaciones adoptara aspectos propios de nuestra identidad regional e idiosincrasia local? Y la respuesta es Che Playmobil, un proyecto colaborativo de Iván López Prystajko y Eugenio Gómez Llambí de Grupo Bondi y Hernán Ohashi.
Tomando como base la estética simple y los sistemas de encastres y resoluciones técnicas de esta popular línea de juguetes y bajo el concepto y tendencia “custom”, crearon el punto de partida de una plataforma virtual para crear y descargar figuras de Che Playmobil de la clásica Pelopincho, el Gauchito Gil, un asador con la camiseta de Boca, el sodero del barrio, y el bar de la esquina.
“Al proyecto lo presentamos en 2020, en programa Mecenazgo, en medio de una incertidumbre gigante post pandemia -cuenta Iván López Prystajko- La gente flashea y nos preguntan cuánto sale y quizás no nos supimos expresar muy bien sobre la dinámica”, cuenta y asegura que la repercusión de Che Playmobil superó sus expectativas.
La síntesis del proyecto “Che Playmobil” fue presentada por sus autores en el programa Mecenazgo de la siguiente manera: “Generar una plataforma virtual de archivos 3D de descarga gratuita para hacer piezas costumbristas que acompañen muñecos tipo Playmobil. Es decir, dejando de lado y sin tocar lxs muñecxs, armar una biblioteca virtual, abierta, pública y gratuita de accesorios que representen costumbres de la cultura popular argentina y porteña. Estos archivos serán para fabricar de manera colaborativa mediante impresión 3D”.
Basados en los muñecos tipo Playmobil -ícono de la infancia de varias generaciones, desde los años 80 hasta la actualidad- el proyecto Che Playmobil también puede identificarse con el fenómeno de la “customización” de juguetes, figuras y muñecos.
Pero sus creadores advierten una diferencia clave. “Nuestra propuesta transita por un camino distinto al habitual en este tipo de proyecto. En primer lugar, no intervenimos el muñeco sino que generamos accesorios que complementa a este. Y en segundo lugar, no existen propuestas que busquen rescatar el valor cultural o que trabajen sobre la identidad cultural de una ciudad, región o país”.
Mucho menos, antes de Che Playmobil no existió ninguna propuesta dentro de la cultura “custom toys” que se involucre con el formato de código abierto de acceso libre y gratuito.
El objetivo de Che Playmobil es reflejar rasgos, características y objetos típicos de la vida diaria e identidad cultural argentina, “así, ablandar y adaptar esa rigidez propia de las figuras a nuestro espíritu”, resumen sus creadores.
Las imágenes de los “Playmobil argentinos” no corresponen a kits en venta sino que son una referencia -el modelo terminado- del espíritu del proyecto que inspira y convoca a imprimirlos 3D de forma particular o colectiva, y así poder, armar y jugar con personajes, escenarios y accesorios hechos en Argentina.
“El espíritu del proyecto se basa en el trabajo colaborativo -cuenta a Puro Diseño Iván López Prystajko- Es por esto que se propone un equipo interdisciplinario de expertos en las áreas del diseño de juguetes y las artes plásticas, para desarrollarlo de manera transversal”.
Grupo Bondi junto con Hernán Ohashi crearon el proyecto con una firme convicción sobre su impacto cultural. “Buscamos generar una reflexión sobre la identidad local, rescatar objetos, hechos y características propias y ponerlas de manifiesto -explican- Además, las piezas resultantes de este trabajo colaborativo están disponibles, bajo el lema del código abierto, para la descarga gratuita y la impresión 3D. De esta manera, pueden producirse a bajo costo y a escala masiva, promoviendo el juego y la reflexión en el seno familiar entre adultxs y niñxs”.
Y concluyen: “Entendemos al diseño industrial como una disciplina de masas, que puede tener múltiples lecturas y emocionar a las personas sin importar su nivel socioeconómico”.
Bastaron cinco imágenes en la cuenta en Instagram @cheplaymobil, para que -a fines de 2023- comienzara el fenómeno.
En el principio fue el sodero del barrio, el hincha de Boca asador, el bar de la esquina, el Gauchito Gil y ¡la Pelopincho! Y en los cuadernos y pantallas de los creadores de la plataforma virtual y colectiva hay más “argentidad al Playmobil” por venir: el potrero, Gardel cantando el tango como ninguno, Maradona de fiesta, la tribuna futbolera, turistas en Mar del Plata y más escenas de barrio, incluyendo a la camioneta que grita “compro colchones, lavarropas… ”
A esta enumeración de lo que viene, Iván López Prystajko agrega: “El siguiente paso es abrirlo a que sea algo participativo para que todos puedan aportar su visión de lo tendría que ser un Playmobil argentino”.
Y anticipa: “Tenemos listo para publicar ´el patio de la nonna´, con las típicas macetas de abuela del conurbano. Me di cuenta que todas las referencias son bastante conurbano, y me gusta. Después, llegará el tecladito de Pablito Lescano, y ¡nos queda algo fundamental que es el mate! Pero hay una cuestión con las manitos de Playmobil para que agarre algo que estamos resolviendo… Está al salir”.
Che Playmobil, el proyecto de “Argentina para armar” (en modo Playmobil) sigue creciendo. Y se construye paso a paso.
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