El cineasta norteamericano construyó una identidad y narrativa visual tan singular e inconfundible que hasta supera las historias que cuenta en sus películas.
Pocos directores a lo largo de la historia del cine consiguieron instalar una marca de autor tan poderosa. Wes Anderson lo hizo: creó el estilo Wes Anderson, y en cada película y cortometraje enfatiza sobre esa identidad y narrativa visual única e inconfundible.
El cineasta recrea y potencia en cada una de sus nuevas historias un sello de autor basado más en la estética, el diseño de producción, la dirección de arte de las historias que cuenta más que en el propio argumento. ¿Está mal o bien? ¡Es Wes Anderson!
¿Cómo lo hace?¿Qué tiene Wes Anderson para ser cada vez más Wes Anderson? En esta nota, repasamos algunas de las señas particulares -esenciales- del arte y diseño del director de cine estadounidense.
Los excéntricos Tenenbaums, Vida Acuática, El Gran Hotel Budapest, Moonrise Kingdom y, más recientemente Asteroid City… Son algunas de las películas de la filmografía de Wes Anderson que permanecen en el imaginario del público tanto por la historia como por la forma estilizada y particular en la que fueron exhibidas. Y el color importa (muchísimo).
A través de sus películas, Wes Anderson utilizó una amplia gama de paletas de colores, desde los tonos más vibrantes y saturados hasta los pastel, e incluso el contraste del blanco con el negro.
El contraste es precisamente una de sus marcas de autor. Wes Anderson utiliza habitualmente colores complementarios que crean atractivos contrastes visuales.
Y la paleta de colores complementarios es la clave: se ubican en lados opuestos del círculo cromático, y entre ellos y al unirse sucede el Big Bang del universo cromático de Wes Anderson.
No todo lo que brilla es estética en las películas de Anderson. El cineasta elige el color y la paleta de colores para transmitir sensaciones y emociones a través de sus películas.
Así, el mix amarillo y azul de Moonrise Kingdom es summertime y nostalgia, y el rosa + verde -rojo de Los excéntricos Tenenbaums acompaña el tour emocional de sus personajes.
La mayoría de las películas de Wes Anderson transcurren en mundos creados por el propio realizador y su equipo de diseño y dirección artística que construyen edificios y escenografías (maquetas a escala) perfectamente simétricas, en colores y combinaciones minuciosamente concebidas y ejecutadas que dan lugar a un universo surrealista.
“Tengo una manera de filmar las cosas y de ponerlas en escena y diseñar los decorados, y eso es lo que me gusta hacer -dice Wes Anderson- Es algo así como mi forma de escribir como director de cine. Y en algún momento creo que he tomado la decisión: voy a escribir con mi propia letra”.
Es una de las señas particulares de su manera de hacer y exhibir cine más festejadas por el fandom de Anderson.
Wes Anderson hizo de la perfecta simetría fotográfica el sello de sus imágenes en pantalla que parecen cuadros en movimiento.
Para muestra, vale rememorar la postal de la niña del faro en Moonrise Kingdom, el frente del Gran Hotel Budapest y las vistas de Asteroid City.
Junto a la simetría, otra característica de los planos estilo Wes Anderson es la cámara cenital que mira y muestra el todo y sus detalles desde arriba.
Así cómo la paleta de colores y la simetría es vital al ADN de Wes Anderson, la técnica del movimiento de sus cuadros en movimiento es otra seña particular de su manera de hacer cine.
Wes Anderson es un maestro del slow motion y de los traveling: sus personajes se desplazan de un lado al otro de la pantalla seguidos por una cámara horizontal que lo acompaña y guía la mirada del espectador.
Como director de cine de animación, a Wes Anderson también lo identifica la técnica del stop motion que aplicó en sus fabulosas películas animadas “Fantástico Sr. Fox” e “Isla de perros”.
Nada del diseño y la estética es ajeno a Wes Anderson, y su mundo aesthetic también tiene una letra (casi) perfecta para contarlo: Futura.
Futura es la font preferida del realizador, empleada en los títulos de gran parte de la filmografía del director que se rodea de súper estrellas y de canciones retro para hacer brillar aún más sus películas.
Wes Anderson es uno de los directores de cine más singulares de las últimas décadas, pero él mismo ha renegado en varias ocasiones de sus celebradas marcas de autor.
“Quiero intentar no repetirme, pero parece que lo hago continuamente en mis películas”, expresó el cineasta que admite no exponerse a nada que celebre su propia estética: “el estilo Wes Anderson”, como Accidentally Wes Anderson.
Tampoco acepta que lo señalen como un director de cine que antepone la estética a la historia. “Solo quiero hacer películas que sean personales pero interesantes para el público -afirma- Siento que me critican por el estilo sobre la sustancia, y por los detalles que se interponen en el camino de los personajes. Pero cada decisión que tomo es para sacar adelante a esos personajes”.
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