La pintura símbolo del arte japonés que inspiró al mismísimo Van Gogh influyó a generaciones de artistas y sigue siendo una constante fuente de inspiración para especialistas en diseño, decoración y moda. Lo que tenés que sabre “la ola de Katsushika Hokusai”.
“La gran ola de Kaganawa” fue pintada por Katsushika Hokusai, en 1831. Es un grabado de 5,9 x 37,2 centímetros. Y, después de casi dos siglos, es leyenda.
Una obra ícono del arte japonés que influyó a cientos de artistas y continúa siendo una constante fuente de inspiración para creativos del diseño, la decoración y la moda.
¿Qué tiene “La gran ola de Kanagawa” para haberse transformado en una imagen símbolo de la historia universal del arte y motivo popular, estampada tanto en una remera de moda urbana, como impresa en los nuevos billetes japoneses de mil yenes y colgada en la pared, en mil y una versiones y formas adoptadas por el interiorismo?
En esta nota, 7 apuntes sobre la historia y el poder de “La gran ola de Kanagawa” Katsushika Hokusai
1.Nace una gran ola. “La gran ola de Kanagawa” de Hokusai es la obra de arte japonesa más reproducida en el mundo.
Y todo comenzó con el grabado de un artista, Katsushika Hokusai, identificado con la escuela ukiyo-e ("imágenes del mundo flotante"), que se desarrolló en Japón entre los siglos XVII y XX.
Sus xilografías reflejaban -como una fotografía- el mundo rural que lo rodeaba, alejado de la Revolución Industrial y de las convulsiones sociales que acontecían en Europa y América.
La palabra ukiyo hace referencia a “la felicidad proporcionada por los momentos efímeros”… Como el cruce de una gran ola.
2.La Ola y “las olas de Kanagawa”. Casi una metáfora de lo que sucedería más adelante con la obra de Hokusai, los grabados no eran piezas únicas sino que, de cada plancha de madera, podían realizarse múltiples xilografías.
Es lo que sucedió a través del tiempo con “La gran ola de Kanagawa”, reproducida en serigrafías y láminas con diseño y para la decoración.
De las planchas originales de Hokusai se calcula que pudieron salir hasta 5.000 copias. Y, de acuerdo a la mezcla de pigmentos y los tonos empleados, cada ola es diferente.
La obra de la ola de Hokusai llegó hasta Europa -a través de la Exposición Universal de París de 1867- y fue muy celebrada, sobre todo por los artistas impresionistas y post impresionistas.
Entre ellos, Vincent van Gogh. “Esta ola es como una garra que con sus uñas atrapa los barcos”, escribió Van Gogh en una carta su hermano.
El pintor neerlandés expresó su admiración por el grabado del artista nipón en trazos marcados en el cielo de una de sus obras más populares: “La noche estrellada”, el óleo sobre lienzo que realizó en 1889.
4.La ola y la montaña. En “La gran ola de Kanagawa” de Katsushika Hokusai, el primer plano es de la ola. Pero, al fondo, se observa el Monte Fuji, la otra estrella de la obra de arte que aman los creativos y diseñadores del siglo XX y XXI.
Originalmente, el grabado formaba parte de una serie llamada “36 vistas del Monte Fuji” que consistió en diferentes estampas que exhibían diversas vistas y perspectivas de la montaña.
“La gran ola” de Hokusai no es un tsunami, como muchas veces se identificó y asoció su obra famosa en todo el mundo con las dramáticas imágenes de los tsunamis en Japón de 2011 y en Tailandia, en 2004.
Lo que retrató el artista (a los 70 años) fue un singular y atemorizante fenómeno marítimo que se forma en la aguas profundas del océano, bastante frecuente en Japón, en las aguas abiertas al Pacífico.
Una de las señas particulares de “La gran ola de Kanagawa” de Katsushika Hokusai es el color azul. Para estampar su obra maestra, el artista japonés usó el pigmento llamado “azul de Prusia”, creado en Alemania e importado a través de China.
Es una tonalidad más intensa que el azul índigo tradicional.
7.La ola: un ícono pop. Pasaron 190 años de la primera aparición de “La gran ola de Kanagawa” y la obra de Katsushika Hokusai es motivo de iteración artística y creativa en diversas formas: arte callejero, tatuajes, diseño de moda, memes y en piezas de diseño y accesorios de decoración.
La más reciente y destacada aplicación de “La gran ola de Kanagawa” -designado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco- fue en el diseño de los nuevos billetes de mil yenes.
Bonus Track: así como su gran ola se reprodujo en muchas otras, Katsushika Hokusai también utilizó varios nombres diferentes para firmar sus obras: Shunro, Sori, Kako, Taito, Kakyoin, Iitsu y Manji.
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