Plegables, reutilizables y reciclables: así son las botellas origami; un recipiente compacto y estable que se puede plegar y guardar en cualquier lado. Tienen una estética minimalista y elegante.
Cuando está vacía la estructura reduce su tamaño en un 80 %.
Además cada botella puede reciclarse varias veces y soportar al menos 5 años de uso intensivo, recargándose una y otra vez. Y al estar hecha de materiales no híbridos se recicla con mayor facilidad, sin necesidad de separar las partes.
Está hecha de un polímero termoplástico (TPC, TPE-E) de muy alta calidad y durabilidad.
La botella de origami es un diseño del equipo de Difold y surge en torno a la idea principal de reducir el desperdicio de envases a partir de una alternativa bien práctica, especialmente útil para hacer deportes o la vida al aire libre.
También para hidratarse en grandes eventos como recitales.
Los diseñadores Nadina Popova y Petar Zaharinov -de Difold- están convencidos de que la tecnología tiene un gran potencial y acaban de demostrarlo. El equipo compartió el proyecto en la plataforma de financiamiento colectivo Kickstarte y en apenas cuatro horas consiguió el respaldo económico para concretar el proyecto.
La botella de origami mantiene un patrón triangular simple y se dobla en sólo tres pasos.
La estructura funciona de dos maneras muy diferentes, pero siempre es muy funcional. En su estado plegado y semi plegado mantiene estabilidad.
Para moverse de un estado a otro, sólo hay que presionar la estructura en algunos puntos particulares ubicados en los pliegues.
Lo más interesante es que el sistema y la tecnología de plegado inspirado en el arte oriental se puede aplicar a montones de otros objetos.
La alternativa es muy explorada por diseñadores de todo el mundo. Hasta se usó para crear pequeñas casas de té o colchonetas para hacer gimnasia. Su potencial es enorme.