Conocé cómo una joven pareja marplatense creó un emprendimiento online que produce más de 1.500 prendas a diario y da trabajo a más de 40 fábricas locales.
Muchas grandes historias comienzan con la pasión por los detalles. Leandro venía del mundo corporativo y se convirtió en socio de Paula, su pareja, cuando se dieron cuenta que Mini Ánima, su emprendimiento de ropa para bebés y niños, podía tener un gran futuro.
Hoy este proyecto emplea a 15 empleados directamente y a otros 200 de manera indirecta, siendo un caso de éxito total en el mundo del emprendedurismo online, ya que el 82% de su facturación viene desde su Tiendanube.
Los entrevistamos para conocer la historia de estos jóvenes marplatenses que inspiran a todos los emprendedores con su marca de ropa para bebés.
¿Cómo comenzó Mini Ánima?
Paula: Con Leandro durante varios años tuvimos un emprendimiento de ropa para hombres, más que nada remeras al por mayor. Así empezamos a incursionar en la fabricación de ropa en Mar del Plata, sumando con el tiempo prendas para mujeres también.
Hoy Paula lidera el diseño y producción de las prendas de la marca, y sigue contando: “Cuando en el 2016 nace nuestra hija Lola, nos pasaba que no nos gustaba el calzado que se vendía para bebés en locales tradicionales: era muy clásico, no había muchas propuestas. Lo primero que hicimos fue hacer pruebas basadas en lo que queríamos para Lola, consiguiendo unos zapatitos no caminantes que nos dejó pensando que podíamos armar colecciones para bebés dentro de lo que ofrecíamos para mujer”.
“Nos fue tan bien con los primeros productos que no dábamos abasto con la cantidad de pedidos, nos hizo pensar que había un nicho muy interesante -cuenta entusiasmada- Al poco tiempo ya habíamos cerrado la marca de ropa de mujer para centrarnos exclusivamente en el mundo de los bebés”.
¿Mini Ánima dio muestras de éxito desde el comienzo?
Leandro: La primera incorporación de productos que nos llevó a hacer todo lo tejido fueron unos gorros hechos a mano, unos 300 que en menos de 3 horas se vendieron todos. De ahí en más no paramos de sumar productos a nuestras colecciones.
Leandro lleva adelante la estrategia de comunicación, marketing y venta online de la marca. Su principal canal de ventas es la Tiendanube, la plataforma de e-commerce que hoy eligen más de 75.000 marcas en todo Latinoamérica para crear su propia tienda online de una forma ágil y accesible y vender sus productos o servicios en internet.
“Siempre estamos sorprendidos por la increíble recepción que tuvo Mini Ánima, vemos nuestros productos en cada vez más lugares. Hoy estamos fabricando más de 1.500 productos diarios en nuestros más de 40 talleres, generando mucho empleo en fábricas locales y con 3 unidades de trabajo bien definidas: mayorista, minorista y showroom”.
¿Cómo fue comenzar a emprender desde Mar del Plata?
Leandro: Para nosotros emprender desde Mar del Plata fue muy cómodo: destacarse acá es más sencillo que hacerlo en Buenos Aires, además que pudimos tener más acercamiento a proveedores locales. Pero también estuvo y está el desafío de adaptarse a las posibilidades del mercado y las variedades en materias primas, poniendo creatividad para que vendamos lo que nos guste siendo versátiles con estas posibilidades.
Tenemos 12 categorías básicas entre los productos que hacemos, pero vamos rotando constantemente en base a esto, cambiando entre colecciones fijas y ediciones limitadas.
¿Cuáles son los desafíos que encontraron a medida que Mini Ánima triunfaba?
Leandro: Con el tiempo empezamos a competir con nosotros mismos: para destacarnos tenemos que seguir innovando con lo que producimos, el proyecto se volvió grande y necesita reinventarse escuchando el feedback que nos dan nuestros clientes.
Paula: También crecer en estructura nos desafía: no queremos que se pierda la calidad y la excelencia en el servicio a la comunidad, por eso nos esforzamos en que estos pilares no se pierdan a medida que crecemos.
Creo que en las grandes marcas no se genera contenido empático y ahí es donde nos apoyamos: nuestra comunicación es clave para mostrarnos transparentes con la audiencia.
¿Tuvieron fracasos o momentos de dudas con el proyecto?
No consideramos que hayamos tenido fracasos; tuvimos aciertos y desaciertos, pero este proyecto siempre fue creciendo, todo nos sirvió como aprendizaje.
Empezamos abriendo nuestra Tiendanube con el desafío de ver cómo vender nuestros zapatos a todo el país y hoy estamos ultra federalizados, presencia a lo largo y ancho de Argentina con más de 150 mayoristas y con un showroom que explota cada vez que lo abrimos. Y nuestro foco sigue siendo mayoritariamente digital: 82% de nuestra facturación viene desde nuestra Tiendanube que nos permite gestionar nuestro negocio de una forma ágil e intuitiva y nos potencia a crecer cada vez más.
Hoy la marca se hizo muy popular, nos compra gente de todas las clases y para nosotros eso es un orgullo, ya que desde el comienzo buscamos un equilibrio entre brindar productos de calidad a precios accesibles.
¿Qué consejo podrían darle a emprendedores digitales que estén emergiendo?
Primero que nada, elegir una industria que a uno lo apasione. Lo segundo es más extenso: hay que capacitarse mucho, prepararse para entender todas las áreas del servicio que vamos a brindar.
Luego, para nosotros es vital armar un equipo: delegar y tener roles es clave para poder trabajar de manera ordenada. No hay que tener miedo a contratar y a dejarse ayudar, hemos visto muchos grandes productos que no triunfaron porque no se planificaron correctamente.
Siempre hay que tener la idea de mejorar y aprender, sabiendo que la pasión y el trabajo no van a evitar que al principio uno tiene que dedicarle muchísimas horas al proyecto, emprender requiere de muchas ganas y tiempo.