La artista Adele Renault realiza inmensos y súper realistas graffitis inspirados en las plantas que llenan de luz y vitalidad el escenario urbano sobre el que pinta.
Una hoja. Cientos de hojas. Enormes hojas sobre una pared, pintadas con la técnica del graffiti y el arte de Adele Renault.
La artista aplica el verde y sus vibrantes tonalidades, las formas y las texturas de las plantas con un increíble realismo, y cambia la fisonomía de la pared, la calle y el barrio que son escenario de su proyecto de intervención artística.
Adele Renault también reproduce personas y aves con sus delicados plumajes pintados al detalle. Pero es el mundo vegetal su lugar en el que mejor manifiesta su arte y lo expone con un potencial que asombra y detiene al transeúnte y visitantes ocasionales de sus obras en la vía pública.
También realiza trabajos sobre lienzos exhibidos en galerías de arte y hogares como objetos de arte y decoración.
Pero, otra vez, nada como los inmensos murales que forman parte de su proyecto “Plantasia” que comenzó en 2021 para apreciar el talento de Adele Renault.
Su proceso creativo suele comenzar con fotografías y zoom captados a las plantas de su propio jadín. Y luego esa íntima inspiración doméstica se traduce en una poderosa intervención urbana.
“Pintar plantas no ha sido una decisión de la noche a la mañana. La semilla se plantó hace mucho tiempo, literalmente”, cuenta Adele.
Y confiesa que “se emociona” cada vez que los rayos de sol inciden en las hojas “haciendo que el verde parezca translúcido”, explica la artista que aclara que siempre vivió en grandes ciudades y rodeada de edificios, similares a los que hoy interviene con sus plantas a gran escala.
“Puedes sacar a la chica del jardín, pero no puedes sacar el jardín de la chica”, asegura Adele Renault en una entrevista.
En la biografía en su página web dice de ella: “Adele Renault es una artista con un toque hábil para lo que la mayoría podría encontrar común. Desde palomas hasta personas, enfoca su arte en representaciones realistas de los residentes comunes de la ciudad, tanto en lienzos como en murales masivos”.
Y cuenta que, además de vivir de pequeña en una granja en las Ardenas belgas, a los catorce años “se aventuró” a Venezuela por un semestre y luego a Brighton, Inglaterra.
Durante sus viajes, estudió artes visuales, desde pintura al óleo clásica hasta graffiti moderno con aerosol, mientras experimentaba con nuevos medios y diseño gráfico.
Adele Renault se graduó en la Académie Royale des Beaux Arts de Bruselas, en 2010. Y siguiendo su instinto y deseo de pintar, Adele viajó con su vocación por todo el mundo, incluyendo Estados Unidos, locación que identifica como clave en su carrera.
La diversidad de la población, la flora y fauna, especialmente las aves, y la vegetación de las ciudades norteamericanas se convirtieron en terreno fértil para las aspiraciones pictóricas de Adele que actualmente trabaja en un estudio en West Adams, Los Angeles.
“Su interés por las personas y las palomas, y ahora por las plantas, surgió del hecho de que sin importar el lugar, cada uno se puede encontrar en abundancia”, expresa la biografía de Adele Renault que ha realizado un gran cantidad de exhibiciones tanto colectivas como individuales.
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