Nos encanta estimular a la acción. Pero en tiempos de vacaciones, también es clave tomarnos unos días de descanso y saber desconectar y disfrutar del relax.
La tecnología en vacaciones potencia el estrés del año. A raíz de la pandemia, muchas de las personas que no se conectaban durante sus vacaciones, ahora lo hacen debido a que tienen mayor acceso a dispositivos y apps que antes.
Es lo que indica un informe especial del CEETA (Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad) que advierte sobre los peligros de la hiperconexión y de no lograr desconectar para descansar durante las vacaciones.
El hecho de que ahora todos podamos estar conectados en todo momento y en todo lugar, incluso por razones de elección personal, hizo que “el derecho a la desconexión” se cada vez menos respetado por las empresas.
“La pandemia reflotó muchísimo todo lo que es el uso de la tecnología, incluso personas que no la utilizaban comenzaron a hacerlo tanto para el trabajo como para mantener los vínculos personales”, asegura la Lic. Gabriela Martínez Castro (MN 18627), directora del CEETA y especialista en trastornos de ansiedad.
Y agrega: “La costumbre quedó implementada, y la incapacidad para desconectar es mucho mayor y cada vez estamos más estresados”.
No hace falta que dejes la notebook, la tablet y el celular fuera del equipaje de vacaciones. Pero sí es imprescindible bajar un cambio y ponerlos en “modo avión” o “cerralos por vacaciones”.
Es importante aprender a relacionarnos sanamente con la tecnología, sobre todo durante nuestras vacaciones para lograr un descanso reparador que nos permita seguir con nuestras obligaciones el resto del año.
“Una adicción es un estado de intoxicación crónica y periódica originada por el consumo repetitivo de una droga, natural o sintética y se caracteriza por: una compulsión a seguir consumiendo de cualquier forma, tendencia a aumentar la dosis, genera dependencia física y psíquica de los efectos y genera consecuencias perjudiciales para la propia persona y la sociedad en general”, indica la OMS (Organización Mundial de la Salud).
En la adicción a la tecnología, no hay sustancia tóxica, y por eso es clasificada una adicción psicológicas o sin droga. Y la OMS señala que una de cada cuatro personas sufre trastornos de conducta vinculados con las nuevas tecnologías.
“El problema se nos plantea cuando la línea entre uso y abuso se torna delgada e imperceptible a tal punto que más que soluciones nos trae serios problemas”, señala la Lic. María Cecila Palozzo (MN 34964), del staff del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA).
Y agrega: “Pareciera que cuanto más liberados nos sentimos por poder llevarnos todo (trabajo, juegos, contactos, redes sociales, etc.) dentro de un pequeño teléfono, más esclavos y rehenes quedamos, sujetos a su uso. El uso de las mismas llegan a suponer hasta un 86% del tiempo de ocupación”.
Es importante aprender a utilizar la tecnología correctamente para que sea ella quien esté a nuestro servicio y no al revés.
Un buen comienzo es conocer cuáles son los síntomas típicos de un uso compulsivo, cuando se trata de una adicción, y cuáles podrían ser sus consecuencias.
● Cuando la ansiedad comienza a ser marcada, definida, persistente, generando una necesidad urgente por tener que re-chequear, el celular o la tablet, una y otra vez en cortos periodos de tiempo, o utilizar una determinada app, como ser un juego.
● Cuando sentimos que el uso del smartphone o la tablet, regla el funcionamiento de nuestra vida a tal punto de traernos problemas a nivel laboral, socio afectivos como también sobre nuestra salud.
● Al sentir malestar intenso, angustia e irritabilidad si no se logra conectar o acceder a la app deseada o se corta la conexión.
● Problemas de salud, como irritabilidad en los ojos, problemas asociados a la mala postura como contracturas severas, dolor de espalda, dolor de cabeza.
“Ttratar de limitar el uso de los smartphones o tablets, prolongando el tiempo entre los chequeos de los mismos, incluir una rutina de actividad física, proponernos apagar los mismos a un horario determinado antes de irnos a dormir, son simples actitudes que podemos empezar a cambiar para disponer mejor de la tecnología que tan importante es en nuestra vida”, indica Palozzo.
La primera recomendación es empezar por apagar los dispositivos por períodos cortos, y que con el tiempo se vayan extendiendo, hasta convertirse en momentos específicos, los de conexión.
Según los especialistas la clave es aprender a controlarse, desprenderse de la tecnología de forma gradual, afrontar de forma aislada las sensaciones y pensamientos negativos derivados de este padecimiento como pueden ser las crisis de pánico
Fuente: CEETA (Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad).
Más información: purodiseno.lat