Tres sueños, tres proyectos, tres marcas que se hicieron realidad con estilo propio y el compromiso común de la sostenibilidad y la economía circular. Tres historias para contar más allá del diseño.
Sustentabilidad quiere que las acciones del presente no comprometan el futuro de las próximas generaciones, tanto en el ámbito ambiental como en el social y económico.
Y en el diseño son cada vez más las marcas que, de una manera u otra, se suman a esta alternativa amigable con el medio ambiente para llevar a cabo sus diferentes proyectos y creaciones.
Es el caso de estos tres emprendimientos argentinos que imponen en el mercado objetos originales y sustentables, con estilo propio, y cada uno con una historia que contar más allá del diseño.
Con el objetivo de crear muebles sustentables, nació Barshall, una marca que a partir de tambores de 200 litros reciclados, crea diferentes diseños de mesas y objetos decorativos, como espejos y estantes.
“Utilizamos el diseño como puente para crear espacios modernos teniendo en cuenta el impacto ambiental y un modo de vida sostenible, utilizando materiales en desuso como materia prima”, expresan.
Las mesas, en diferentes medidas, diseños y colores, son hechas a partir de un barril de chapa con tapa de madera paraíso, pintura en polvo termo convertible, patas de eucalipto con herrajes, burletes de caucho y zuncho galvanizado.
“Somos parte de un sistema de producción que actualmente se le conoce como economía circular. Consideramos que este es el camino para lograr un modelo económico sostenible y un mejor futuro para nuestro planeta”, concluyen.
Con la preocupación por la contaminación por plásticos surge esta marca que transforma botellas de plástico del Río de la Plata en gafas con diferentes diseños a través de impresoras 3D.
“Es desperdicio cuando no se aprovecha”, es la premisa que sustenta este proyecto creado por Malcolm Rendle, un joven que mientras hacía actividad física por el río de Vicente López, se sorprendió por la cantidad de basura plástica acumulada en las orillas y decidió no mirar para un costado.
“Una economía circular y una sociedad sin desperdicios es posible, por eso nos esforzamos en construir lo que creemos que es el futuro de la fabricación”, explica.
Con el objetivo de transformar residuos plásticos en objetos útiles surge Re Accionar. Un emprendimiento que trabaja a pedido combinando diseño industrial, sustentabilidad y producción.
“Recibimos residuos, los separamos por tipo de plástico y color, después los trituramos y los almacenamos para luego transformarlos por inyección o compresión en nuevos productos”, explica Leo, junto a Julián, los creadores de este proyecto.
Con diferentes objetos de diseño, este emprendimiento lleva el mensaje de que existe una nueva forma de hacer las cosas y de entender que no todos los residuos son basura.
“Es importantísimo una segunda oportunidad y que ese plástico se convierta otra vez en un producto útil”, asegura Julián.
Más información: purodiseno.lat