María José Bourse es abuela, decoradora, ama de casa y es su precisamente su sobrenombre (Mana) el que lleva esta marca que comparte con su hija, Victoria Jiménez Bourse, diseñadora de indumentaria e ilustradora. El proyecto nació en cuarentena, hace apenas unos meses, pero hace años que venían deseando emprender juntas.
"Por casualidad le regalé a mamá un libro para tejer muñecos de crochet y a ella se le ocurrió hacerlos para regalar. Somos una familia muy grande y unida, en continuo crecimiento, así que en un mes Mana hizo alrededor de quince animalitos para repartir entre nietos y sobrinos nietos", cuenta Victoria.
Madre e hija se afianzan en el interés por lo artístico, por el diseño y lo estético. Habían descubierto, mientras Victoria cursaba su carrera que hacía buen equipo.
"Cuando me propuso este proyecto, me encantó sobre todo la idea de volver a pasar tiempo unidas haciendo algo que nos apasiona y, además, dirigido a un público que para ambas es nuestra debilidad", cuenta Mana (María José).
María José Bourse: como abuela de seis nietos y madre de siete hijos, pude comprobar el apego que los chicos sienten por sus muñecos. Son sus compañeros de juego y es mediante el juego como los niños aprenden. Por tanto, tienen un papel afectivo, a la vez didáctico.
Tanto es así que mi nieto mayor, preadolescente de 13 años, guarda como tesoros los primeros muñecos que le hice: son para él recuerdos de juegos compartidos y de algo hecho por su abuela con muchísimo amor. Esto me emociona y es lo que me gustaría despertar en más niños.
El primer testeo y "aprobación" vino, por supuesto, de parte de los nietos de Mana. Cinco viven en España pero los vieron por Instagram. Cada uno eligió uno diferente.
María José: sí, porque en cada muñeco que hago para vender está puesta la misma dedicación que pondría si se lo regalara a uno de mis nietos. Además, Victoria, por su profesión ejerce de ojo crítico. Me hace armarlos y desarmarlos cuantas veces sean necesarias hasta que vemos que tienen la proporción, el diseño y el tamaño que queremos.
Somos muy exigentes en cada etapa y esa dedicación se ve reflejada en los resultados. A veces uno modelo puede llevarme varios días.
Victoria: nos inspiramos en los cuentos que nos contaba mi mamá. Los dibujo como ilustraciones y de ahí los llevamos al crochet.
En los cuentos, y en los mismos juegos de los chicos, los animales aparecen siempre humanizados. Por eso nos pareció una buena idea que cada muñeco tuviera su propia personalidad, inspirada en las características y nombres de los miembros de nuestra gran familia.
Esa identificación divertida de cada animal con la persona nos motivó a contar cuentos, historias cortas con los personajes e hizo que, de alguna manera, todos se sintieran parte de este proyecto.
"De hecho nuestro entorno se entusiasmó tanto que nos mandan fotos o ideas lindas para aplicar. Ahora, por suerte podés encontrar inspiración por todos lados", agrega María José.
A la hora de diseñar es muy importante tener en cuenta la seguridad de los chicos: porque se meten todo en la boca. Además, tienen que ser ser livianos, poder cargarse con facilidad y que el tamaño se adecue a sus manitos.
Trabajan con hilado de algodón, vellón siliconado, y crochet. "Es una técnica versátil para modelar, crear nuevas formas, generar volumen y tiene una textura que al tacto es suave. Además, visualmente es muy agradable", cuenta Victoria.
Intentan que cada personaje integre colores alegres y llamativos; y sumen accesorios o detalles que hablen del personaje.
Después los clientes piden. Hace poco, alguien pidió un muñeco que sea la réplica de su mascota. Y por supuesto, lo hicieron.
"Nuestros productos están pensados sobre todo para que los chicos los disfruten, jueguen y desarrollen su imaginación. Nos gusta pensar que nuestros muñecos pueden dejar esa impronta que dejan las abuelas. Ellas, mejor que nadie,saben realzar el valor de lo tradicional, de lo hecho en casa, a la vez que saben recuperar el placer por el juego pausado, sin apuro, casi eterno de la primera infancia", detalla Victoria y su madre agrega: "queremos que nuestra marca transmita la calidez de lo hecho a mano, pero también la calidad que tiene hacer las cosas con dedicación y detalle"
La primera colección tuvo muy buena repercusión y eso las está impulsando a diversificar su oferta, "siempre respetando la esencia de la marca".
Están armando una línea especial para Navidad, trabajando para casas de decoración, haciendo cuadros y almohadones. La idea es incorporar distintos productos para la decoración integral de un cuarto de niños.
María José: a mi edad, lo siento como un desafío muy grande pero también como una oportunidad de crecimiento, de ofrecer a los demás algo que me encanta hacer y de poder seguir explorando mi veta creativa.
Victoria: desde que empecé a estudiar la carrera de diseño, siempre soñé con mi propio emprendimiento, pero para eso era consciente de que primero debía formarme profesionalmente en otras marcas ya consolidadas.
Tengo más de 10 años de experiencia en este rubro y actualmente además trabajo para una marca muy importante y conocida.
La faceta de ilustradora comenzó en realidad como un hobby y se convirtió en una gran pasión que quise plasmar en estampas para diversos productos y en series de dibujos. Al poco tiempo me empezaron a llegar pedidos, que me dieron más confianza y me motivaron a seguir creando.
Hecho por Mana me pareció una oportunidad excelente para combinar todo este bagaje: mi experiencia, el diseño, la ilustración y encima de la mano de mi primer y mejor maestra. Mi madre es para mí un gran referente por su sentido estético y su visión proyectual. Hacemos un excelente equipo como madre e hija y como socias y amigas.
Los muñecos y accesorios de Hecho por Mana se ofrecen, por ahora, por mensaje privado de Instagram @hechopormana y Facebook