El robot R2-D2 se llena de cristales en una colección limitada de carteras de Judith Leiber Couture.
Es el Día de Star Wars, y entre las mil y una iniciativas que giran alrededor de la galaxia creada por George Lucas, la moda también se adhiere al #starswarsday.
Así, Judith Leiber Couture junto con Lucasfilm cocrearon 2 mini carteras con adornos de cristal y con un diseño basado en la figura de R2-D2, el simpático robot del universo Star Wars.
El accesorio Star Wars x Judith Leiber Couture tiene cristales europeos y de oro de 24 quilates colocados a mano: uno posee 9.000 cristales en blanco, azul cobalto, negro y zafiro y el otro tiene 9.000 cristales chapados en oro de 24 quilates.
“Siempre me ha encantado la personalidad entrañable de R2-D2. Hay tanta alegría y nostalgia unida al personaje… R2-D2 es atemporal, caprichoso y encantador, atributos similares a nuestras carteras”, expresó Jana Matheson, directora creativa de la marca neoyorquina fundada por el diseñador húngaro del mismo nombre.
Y agregó: “La inspiración para el diseño estuvo en algún lugar entre una estatua de Oscar y los múltiples tonos de oro en el diseño de C-3PO”.
Judith Leiber Couture es reconocida por sus deslumbrantes clutches y la mini cartera de “Arturito” con cierre superior no es la excepción.
La idea de la colección nació hace un año y se calcula que cada pieza es el resultado de 150 horas de trabajo totalmente artesanal, y ya están a la venta en las tiendas web de Judith Leiber, y también en Bergdorf Goodman, Harrods, Lane Crawford, Neiman Marcus, Net-a-porter, Nordstrom y Saks Fifth Avenue.
En una reciente entrevista, Jana Matheson detalló el proceso de creación del bolso droide de lujo. “Primero, hacemos un modelo 3-D, luego se crean los sellos de latón. Luego, las piezas se cortan, se sueldan a mano, se platean y se pulen. La obra de arte pintada está diseñada. Se selecciona una paleta de cristal. Luego, el diseño se pinta a mano, a menudo con múltiples revisiones hasta que la pintura es perfecta”
Y sigue: “A continuación, cada cristal se coloca a mano como un rompecabezas, por un artesano, y se anida para reflejar la luz a la perfección. Luego, la caja se seca en un horno, se forra con cuero y se inspecciona para verificar su calidad”.
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